Recordando a Lope de Vega
Silvio Vásquez G.
Escribir un poema, por ejemplo, un soneto,
basta tener la idea y darle melodía
en diapasón de sueños sobre la luz del día;
y ya en el cuarto verso, repulir el cuarteto
Tener el quinto verso es algo de respeto,
Pues, el camino andado no exige travesía,
ya que el numen silente con tenaz armonía
ha conectado el alma dándole vida al feto.
En el primer terceto se inicia la jornada
para guardar en cofre, de místico embeleso,
el fin de la subida con la idea terminada,
y el hilo del poema, sin clave, sin regreso,
guardará en aureolas con frescor de cerezo
el fulgor de la joya con una pincelada.