Por: Quierleer.com. La montaña rusa en que se ha subido el libro este siglo y que hace seis años lo lanzó en picado parece, por fin, empezar un ligero ascenso. Por tercer año consecutivo, la 74ª Feria del Libro de Madrid, que cerró ayer (Domingo), ha aumentado sus ventas en un 6,1%. Una alegría para el sector que desde 2008, año cero de la crisis, acumula un descenso general del 40% en la facturación, teniendo en cuenta que la cita madrileña es un termómetro de lo que sucede en todo el año.
Los casi ocho millones euros que representa ese 6,1% de aumento en las ventas impulsan los aires optimistas de recuperación con que empezó la feria el pasado 29 de mayo. Los 471 expositores llegaron esperanzados en seguir la estela de Sant Jordi, en Barcelona el 23 de abril, donde las ventas crecieron un 4%.
Sin ánimo de opacar la alegría, Teodoro Sacristán, director de la Feria, se muestra cauto: “Estos resultados no acaban con la preocupación ante la crisis del sector. La gente visita poco las librerías, los índices de lectores habituales no son los mejores y falta más apoyo al gremio”. La Feria se ha convertido en un salvavidas para muchos y sin ella no llegarían a fin de año. En 2014 se cerraron 912 librerías. Sobreviven 3.650.
Con esta edición 74 se cierra una etapa de la Feria del Libro de Madrid. Después de diez años, es la última de Teodoro Sacristán al frente de ella y de Pilar Gallego, como presidenta de la misma y de CEGAL (Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros). Sentados en mitad del Paseo de Coches del parque, echan un vistazo atrás a este periodo de crisis económica y cambio de paradigma por la irrupción digital. Empezaron esta aventura con un país en euforia económica y ventas de libros que lo único que hacían era subir, hasta que llegó 2008 y todo fue cuesta abajo. Ahora parecen salir del fondo.