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Jesús Arenas Hernández (Venezuela)
Tienes pleno derecho a ser hermosa
más bella cuando estás en mi regazo
acariciando tus senos a riesgo de herirme
con tus filosos volcanes de asta enarbolada
Fertilicé aquella tarde tu huerto de magnolias
sonrieron todas y se complacieron amorosas
como hierba sedienta de frescura;
declamé aquel poema que te gusta
adivinando ansiedades que negabas
a tu cuerpo desde el fondo de tu ardor.
El campo amplio sus sementales y el trigo
y los riachuelos me bañaron de estrellas
Nada pasó pero pasó tanto, la tarde se llevó aquel
pañuelo sin nombre, símbolo agonizante
de los requiebros que nos dimos en cada
espacio que gozamos.
Besé tu beso y las huellas grabadas
en esa tela azul que secó nuestros
sudores, tu sexo y mis calores.
Camino abierto ha quedado en
estos lazos que tejimos hasta
el infinito.