Tú indescriptible confite.
María Gabriela Novoa H. (Colombia)
Tú, con centro
líquido sabor dulce,
gratinada estas en manzana
tienes ese sabor
que embota la cabeza y
deja los pensamientos atontados
corriendo con locura automática
por minutos instantáneos.
Tú, trufa, de manos diminutas
y ojos enormes,
trufa, que se muerde y deja los sentidos
exaltados, y una sensación en la boca
que cosquillea hasta llegar a la mitad nuestra,
ubicación subterránea postrada detrás del ombligo.
Tú, Beso de chocolate con coco,
beso apasionado, cargado en dulzura,
y sabores exóticos que envuelven
delicadamente el gusto, el gusto resumido
en papilas que dejan tirada su ubicación
en el centro preciso de la lengua, para
ser primeros en el deleite exclusivo de tu boca.
Tú, te siento, te toco, eres
Un bocado de nube, de tus labios
color bruma, bruma blanca que engalana
de color tenue el paisaje, nube,
nube transparente,
nube de un solo bocado,
nube que mezcla la delicia envuelta
en el paladar.
Tú, con esa tez blanquisa,
casi ángel, casi brisa,
se mezcla tu blancura con el color
impregnado en tu boca cual
pastel de terciopelo rojo, rojo
cereza que adorna el manjar de noches
centenares en desvelos desquiciados,
noches de penumbras catalogando
el dulce atisbo de tu olor.
Tú, pensamiento de
sabor incognoscible,
bombón de Wasavi y sésamo negro,
Tatin de manzana, o quizás
mousse repleto con sabor a limón,
limón ácido, o limón dulce,
naranja, avellanas mezcladas,
o un poco de un dulce ron.