Disfrutando Hamburgo
Lilia Gutiérrez R. (Colombia)
Cómo resistir el hechizo
que congrega el Elba con el lago Alster
mientras la mañana impulsa vuelos
y trae aromas de otros hemisferios.
Levantarás la mirada ante las catedrales
de San Miguel hasta Santa Catalina,
pasando por San Jacob y llegando a Nikolai.
Algún viajero te invitará a abrir el corazón
con la pluralidad del arte en el Talía.
Caminarás lento por un costado,
te detendrás en una galería moderna
y sentirás que tienes añoranza de otra vida.
Suspenderás los pasos
En el Planten un Blomen
escuchando la brisa en el ramaje de los árboles
y tu mirada se irá detrás de los cisnes
que danzan al compás de Strauss.
Caminarás sin detener el ritmo
y llegarás a uno de los canales que vuelven
la emoción a la Venecia antigua.
Alcanzarás la esquina del embarcadero.
Ahí
en la arista de la nostalgia,
en la Puerta del Mundo
frente a los enormes buques
levantarás un leve suspiro con ademán de adiós.
El Báltico desembarca sus olas
a los pies de la despedida.
