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Jan De Jager |
Bogotá.
La Casa de Poesía Silva y el Instituto Distrital de las Artes invitan a la conferencia acompañada de lectura de poemas que ofrecerá el traductor argentino Jan de Jager. El evento se desarrollará el jueves 5 de mayo de 2016 a las 6:30 de la tarde en la Casa de Poesía Silva (Calle 12C # 3-41). Presenta al autor, el escritor colombiano Dufay Bustamante. Entrada Libre
Jan De Jager. (Buenos Aires en 1959). Su obra literaria abarca los géneros de poesía, novela, cuento corto y teatro. Realizó estudios de análisis del discurso y literatura neerlandesa en la Universidad de Ámsterdam. En poesía ha publicado: Trío (1997), Juego de copias (2002) y Casa de cambio, vols. I, II y III (2004-2007). Reside en Róterdam y se desempeña como docente de neerlandés y del español en la escuela internacional de Róterdam y como docente de traducción del neerlandés-español de la escuela de traductores de La Haya.
Muestra de traducciones de Jan de Jager
Hopper American dream
Son dos personas todas de pinceladas.
Están paradas cerca de la luz. Pisan
la punta de una sombra recortada en
la alfombra con olor a carne y pelos.
Los colores verdes y naranjas
son de un calor artificial y
recuerdan al muñequito de lana que
abrazabas de niño para poder dormir.
Producen esa congoja que es
como cuando de viejos
preparamos demasiada sopa, y
no viene nadie más a comer.
Hay una parte celeste de piscina desleída
por el sol. Esa parte es más triste que una
matanza cuando los cuerpos ya se van quedando
frios y solos. A mí que me entierren con ella.
Rembrandt La que se nos viene
autorretratos del Rembrandt viejo
en la mirada se le vislumbra el pasado,
atrás,
y el claro en la pincelada velada, el momento
en la tela misma
y se le nota que se ve venir la que se le viene
en el aire, desde donde lo miramos
entiende esa luz
como el recién nacido mira para adentro y afuera a la vez
y cuando se reconoce sonríe
extiende la mano y pellizca el aire
esas capas de pintura que son
los ojos de Rembrandt
crisálida de cristalino
glaucoma celeste:
clara evidencia
de la eternidad
y de lo que perece
Rutger Kopland I cavalli di Leonardo
Todos esos bocetos que dejó –
interminables series de repeticiones: músculos, tendones,
huesos, articulaciones, toda la maquinaria
de poleas y palancas con las que se
mueve un caballo,
la piel de las orejas, párpados, narinas,
miles de líneas finitas casi invisibles
esfumándose suavemente en el papel,
la piel del alma –
habrá querido saber cómo se fabrica
un caballo, y habrá visto
que no se puede,
cómo el secreto del caballo proliferaba
bajo la punta del lápiz.
Delineó las más hermosas imágenes, las miró,
las descartó.