Por: Felipe Lozano / Bogotá. El sábado 31 de octubre y el 1 de noviembre los visitantes al Museo Nacional de Colombia encontrarán un altar de muertos, con el cual el Museo y la Embajada de México en Colombia rinden homenaje a las víctimas dos desastres naturales que ocurrieron hace 30 años: el terremoto en Ciudad de México y la tragedia de Armero, en Colombia.
El altar de muertos es un elemento fundamental de la tradición en México, donde se instalan altares domésticos en honor de los muertos de la familia. Así mismo, se rinde tributo a los antepasados, a los difuntos cercanos o a personajes ilustres, o bien, como en este caso, a momentos de gran impacto en la historia de un pueblo. Los altares tienen sus raíces en las prácticas funerarias y en las cosmogonías de las culturas prehispánicas. Se trata de una tradición sincrética que también tiene importantes elementos del catolicismo.
El altar se inaugurará el 31 de octubre de 2015 a las 11:00 a.m. con la presentación de la Compañía Nacional de Danza Folklórica Colombia Amiga, dirigida por el licenciado Gustavo Malagón, y el Mariachi Moderno
Elementos que conforman un altar de muertos
Imagen del difunto: Una imagen, pintura o fotografía del difunto al que se honra se pone en la parte más alta y destacada del altar.
Papel picado: Representa la alegría festiva del Día de Muertos y del viento.
Velas, veladoras y cirios del altar: Sirven como luz guía a este mundo. Por tradición son de color blanco, símbolo de pureza.
Agua: Tiene múltiples significados: refleja la pureza de las almas, el ciclo continuo de la regeneración de la vida y la muerte, y la promesa de fertilidad en la vida y en la siembra. Se coloca un vaso de agua para que el espíritu se refresque los labios y mitigue su sed después del viaje desde el mundo de los muertos.
Flores: La flor de cempasúchil, flor de muertos o clavel chino; además de ornato, la tradición indica que su aroma sirve de guía a los espíritus en este mundo.
“La Catrina” o las calaveras: Son alusiones a la muerte que siempre está presente. Son coloridas calaveras de azúcar, barro, chocolate y yeso con adornos de colores, distribuidas en todo el altar, y tres calaveras de mayor tamaño que simbolizan la Trinidad cristiana: Padre, Hijo y Espíritu Santo, como elementos del sincretismo cultural.
Comida: Se colocan alimentos del agrado de los fallecidos.
Pan: Representa la generosidad del anfitrión y el regalo de la tierra misma. Es un elemento agregado por los evangelizadores españoles como representación de la eucaristía.
Objetos personales: Son artículos pertenecientes al difunto y se ponen en el altar para que el espíritu pueda recordar momentos de su vida.