& Letras.
Daniel Gigena: conocer al periodista que trabaja en el suplemento cultura de
diario La Nación, el que por medio de notas y reseñas alumbra un libro o deja
entrever los claroscuros de una muestra de arte. Pero también tenía una razón
oculta: descubrir su lado B, ese que completa e incluso mejora al otro. Me
refiero al Daniel Gigena que escribe en facebook crónicas críticas y a la vez
sensibles que develan los costados menos visibles de su vida y trabajo.
con Daniel Gigena, lado A y lado B.
tiempo, Daniel. Decime: si fueses director de un suplemento cultural, ¿a quién
le dedicarías la siguiente tapa?
novelas que hayan pasado desapercibidas tanto para los lectores como para la
prensa.
Desalmadas, de María Martoccia, y Mi ciudad perdida, de
Milita Molina (esta última no es una novela, o al menos no una
convencional…). Los buenos libros escritos por mujeres suelen pasar más
desapercibidos que los escritos por varones.
gran novela de la literatura argentina?
de Manuel Puig, que fue también su última novela, y Mis dos mundos, de
Sergio Chejfec.
limpios los concursos literarios organizados por las grandes editoriales?
factores extra-literarios, englobados en esa categoría omnipotente: “el
mercado”.
presionaron para escribir una reseña positiva? De ser así, ¿cómo
reaccionaste?
tienden a ser descriptivas y tratan de enfocar cada libro dentro de sus propias
reglas (y limitaciones). Leo para reseñar muchas primeras novelas y valoro
la creación de una voz que empieza a desarrollarse o a imponerse, eso depende.
No valoro tanto mi propio gusto, aún en formación, como el riesgo que cada
autor asume. Ahora me gustaría escribir más sobre poesía argentina
contemporánea, por suerte puedo hacerlo con más frecuencia.
en las redes sociales sabemos que sos un sutil observador y narrador de
situaciones cotidianas. ¿Tenés pensado compilar ese material en un libro?
escribir. Me interesaba tensar las posibilidades que ofrece e impone el
soporte de Facebook, y de hecho pienso que esa experimentación recién
comienza. Una editorial independiente local que coordinan tres narradores
amigos (Ana Ojeda, Juan Carlos Almada y Nicolás Fierro Correa) me
propuso publicar un libro con esos fragmentos que publico (y otros
“inéditos”).
Daniel: te regalo la posibilidad de invitar a tomar un café a cualquier artista
de la época que prefieras. Contame quién sería, a qué bar lo llevarías, y qué
pregunta le harías.
pero dudo que aceptara una invitación semejante. Entonces invitaría a Pier
Paolo Pasolini, al que le haría preguntas sobre sus (para mí) abstrusas teorías
sobre la producción de sentido de la obras de arte, que él intentó aplicar en
sus películas y novelas. La poesía de Passolini me parece una de las más
hermosas y “abiertas” del siglo XX. Si hubiera un bar gay lindo en
Buenos Aires, con libros y un jardín o un patio (y al que se pudiera ir de tarde) lo
invitaría ahí. (Tal vez haya uno y yo no lo conozco.) Creo que lo llevaría al
bar del Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori en el Rosedal de Palermo para
poder sentarnos en una mesa bajo un árbol.