Por: Luisa Cossio / Bogotá. Jaguar de luz y Águila de fuego del escritor colombiano Celso Román es un llamado de la vida, pues nació al ver cómo, a lo largo del tiempo, nuestro país ha perdido muchos de los tesoros de biodiversidad, paisajes naturales y culturas ancestrales que alguna vez nos hicieran enorgullecer ante el mundo.
Es así como a través de las aventuras de Edka y Makú, este nuevo título de la colección Jóvenes adultos de Panamericana Editorial, es una metáfora que alude a la pérdida de la selva, la cultura y la vida. Una obra literaria que le apuesta a generar conciencia y reflexión en torno a la lucha por defender el mundo, un planeta Tierra que cada día es testigo silencioso de historias desgarradoras, desplazamiento forzado y víctimas de la violencia, que se convierten en protagonistas de cada uno de los fragmentos de Jaguar de luz y Águila de fuego.
Entre líneas, la naturaleza clama auxilio a los seres humanos, pues cada día se extinguen animales, desaparecen bosques, aumenta la contaminación y, sobre todo, crece la indiferencia de la gente ante el creciente deterioro ambiental y el cambio climático.
Celso Román es un bogotano que ha combinado sus labores como escultor y escritor con la docencia, además de ser ferviente defensor de la naturaleza. Sus libros son un reflejo de sus pasiones y sus amigos. Obtuvo el Premio ENKA de Literatura Infantil con Los amigos del hombre, 1979; el Premio ACLIJ con Las cosas de la casa, 1988; y con la obra El imperio de las cinco lunas, alcanzó el Premio Latinoamericano de Literatura Juvenil Norma- Fundalectura.
Entre amigos recibió el galardón Bogotá Capital Iberoamericana de la Cultura, que junto a El maravilloso viaje de Rosendo Bucurú, Los animales domésticos y electrodomésticos, El libro de las ciudades, El hombre que bajó la luna, El retorno de los colores, Benito mercachifle, El puente está quebrado, El árbol de los tucanes, El soñador del estanque, Cardumen de la amistad y la biografía de Tolkien, entre otro títulos, han sido publicados por Panamericana Editorial.
“Este libro es el testimonio de un viajero que ha vivido este país como un árbol que se deshoja, y a quien le preocupa que muy pocos sean conscientes de ello” afirma el autor.