Lila Manrique (Colombia)
Tal vez volaste, raudo, a tu destino,
gardenias aspirando de mi noche;
tus manos me brindaron, con derroche,
almíbar, aguamieles y buen vino.
Los mares palpitaron de mis lloros
en loca frustración de la distancia,
no sé si fue tu angustia, o tu arrogancia
mas sé que palpité, sin más decoros.
Un don es la aventura de buen grado
y el sueño de pasión no es agorero,
pues siempre, tú, estarás en mi tatuado.
Deseo tu existencia, aquí a mi lado,
no llegues a mis mares “pasajero”,
borremos de tu mente ese pasado.
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