Curiosidades bibliográficas

  • Hitler, luego de su nombramiento como Canciller, en enero de 1933, sancionó la “Ley para la Protección del Pueblo Alemán” restringiendo la libertad de prensa y definiendo los lineamientos para la confiscación de cualquier material que fuera considerado peligroso. Bajo estas consignas, las sedes de los partidos comunistas fueron atacadas y sus bibliotecas destruidas, como así también el Reichstag (parlamento alemán), que fue incendiado junto con todos sus archivos. Pocos días después de esto, el partido envió a las organizaciones estudiantiles nazis un memorándum que proponía la destrucción de todos aquellos libros peligrosos que estuvieran en las bibliotecas de Alemania.

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