La periodista SanJuana Martínez me impactó con su obra testimonial Las amantes del poder. Los escandalosos usos y abusos del poder público en la vida privada de los políticos mexicanos.
SanJuana confronta con audacia quijotesca a Enrique Peña Nieto, Genaro Góngora, Juan Iván Peña Néder, Luis Téllez, Sergio García Ramírez, Aristóteles Sandoval y Rosario Robles los penes opresores de la política mexicana. Los penes opresores es un término utilizado por la novelista y periodista brasileña Nélida Pinón en La república de los sueños.
La controversial autora de Prueba de fe, Se venden niños y La frontera del narco me recuerda a otros escritores de la patria de Benito Súarez y Carlos Fuentes como Héctor Aguilar Camín y Carlos Montemayor que denuncian en sus narraciones la corrupción institucionalizada en el país de los aztecas.
Las amantes del poder me trasladó a Una temporada en el infierno del poeta Arthur Rimbaud. El sadismo, violencia y crueldad que sufren las mujeres maltratadas, me provocó indignación, rabia y pesar, todas ellas tienen el mismo cordón umbilical: son vaginas violadas por “honorables funcionarios públicos” que hacen de México un sexo para satisfacer sus vicios y apetitos. Las coordenadas éticas han sido borradas por hombres insaciables de poder.
El libro de la defensora de los derechos humanos de las mujeres mexicanas denuncia con valentía la impostura, la gula y la brutalidad de los políticos que viven en una metamorfosis permanente, para ellos el cinismo es su carta de presentación.
Las amantes del poder es un ensayo sobre la iniquidad y la infamia de una sociedad amoral. Los protagonistas son personajes kafkianos, es una trama de horror al estilo de Edgar Allan Poe, la ficción es superada por el realismo trágico de un México inmerso en un torbellino de pasiones insanas. La ignominia es la norma. La violación del alma es lo más humillante en la lectura de las 262 páginas del libro de SanJuana Martínez, las mujeres son irrespetadas en su dignidad como seres humanos.
Panamá, como otros países latinoamericanos, tiene muchos ejemplos de la doble moral de las elites que manipulan el poder. Omar Jaén Suárez en su extraordinaria obra Los Alemán de Panamá se refiere con puntualidad cervantina a las familias paralelas que nos caracterizan, son los hijos del poder, muchos sin los apellidos ilustres de sus progenitores. Aquí tuvimos a un cura prolífico, Papá Fermín, patriarca de las familias de abolengo. Rosa María Britton en ¿Quién inventó el mambo? comenta a las famosas “queridas” de los políticos panameños.
SanJuana Martínez es una dama quijotesca, su perfil tiene mucho de Marcela y Dorotea, personajes inolvidables en las aventuras de Alonso Quijano. Las mujeres cervantistas reclaman su derecho de ser y amar por sí mismas, de tener su propia voz, su identidad, son independientes, rechazan la sumisión, deciden lo que quieren.
La periodista Martínez se juega la vida al publicar los testimonios de mujeres objetos vejadas por hombres que abusan del poder y que hacen de la política un gran negocio.
Referencia bibliográfica. Martínez, SanJuana. Las amantes del poder/ México: Editorial Planeta Mexicana, 2014. 262p.
Dedicado a las distinguidas periodistas Doris Hubbard, Rosalina Orocú, Aracelly Leoteau y Mercedes Arias.