Por: Adriana Téllez / Bogotá.
Ramiriquí es la capital de la Provincia de Márquez en el departamento de Boyacá. Un municipio tranquilo, de paisajes serenos y gente cálida y trabajadora. Cada año sus gobernantes realizan un evento internacional en torno a un alimento ancestral, el maíz.
En el IV Festival Internacional del maíz y el XVII Festival del sorbo y la arepa se contó con una programación especial para propios y foráneos; clásica de ciclismo, actividades para niños y niñas, encuentro de saberes e intercambio de semillas con la participación de representantes de Brasil, Chile y Ramiriquí, concierto de música, batucada brasilera, fiesta familiar, desfile de carrozas, presentación del grupo de danzas del municipio, música de Chile y bailes de México, música campesina y gran fiesta de cierre.
El parque principal del municipio boyacense fue engalanado por colores, sabores, saberes y por un público inquieto y agradecido. Con la participación musical y gastronómica de Brasil, Chile y México, muestras artesanales y gastronómicas del departamento los visitantes pudieron deleitarse con productos a base del invitado de honor, el maíz; fue así como la chicha, el guarapo, el masato, las arepas, tortillas, postres y comidas tradicionales fueron los protagonistas de la fiesta.
La historia del maíz data de hace mil años y se cree que es de origen mexicano, del municipio de Coxcatlán en el valle de Tehuacán, Puebla; donde antropólogos han encontrado vestigios en pinturas, grabados y esculturas. El maíz, su consumo y domesticación se extendió rápidamente por el continente americano y llegó a Europa luego del descubrimiento.
Ancestral, sin fronteras, el maíz está ligado a las raíces, a la historia y a nuestros antepasados. Traspasa los muros y merece un reconocimiento especial por ser la base de la gastronomía de muchos lugares.