El Rincón del Poeta

Conjuro elemental 
Carolina Loaiza (Colombia) 
Reconocerlo a usted es encontrar paredes diáfanas, espejo prismático y horror del vacío. Cada encuentro precede a un suave anhelo y se plasma en calle transitada. Que decirle. Por su fragilidad perturbarte la fuerza de mis días y piernas prefieren aplastarlo, arremeter. Discurrir un tanto, pero siempre regresar. Es mi suave lugar solemne, corrosiva certidumbre avidez lunar, némesis de la sabiduría. 
Voy a vivirlo porque hablé, lo arrastré a mi paso y quiere adherirse al símbolo que soy, y al signo, Venus, audaz lengua. Aprendió con tiempos a recorrer silueta, moldearla, a vagar por ella como en caminos ligeros, espacios abiertos. Su perfil jactancioso y soberbio atrae a esta criatura frágil, sin padre, sin amante, sin amigo, sin escuela, sin sonido, sin huella. 
Lo conjuro, cada una de sus pieles se hundirá en cada una de mis palabras. Ahondará en mis grutas y deseará volver la mirada, palpitar de nuevo, cuatro, siete, trescientos elementales y complejos días. Gozamos el presente en ollas humeantes posadas en los rostros del fuego. Luego, no habrá luego. Si permanece su espíritu junto a mi naturaleza, crepitará hasta el hastío. “Cráteres en la piel”, epitafios, regreso a la madre.

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