Todos tenemos un ojo ciego y otro que lo llora
Gabriela Bruch (Argentina)
Y yo te había dicho que el cerro tenía los ojos rojos
sobre todo al atardecer, sobre la ruta,
mientras sonaba ese tema, que parecía un blues
pero no lo era
y el camino se hacía ancho, mientras la tristeza.
Mientras la tristeza, el camino se hacía ancho
y el cerro tenía los ojos rojos,
mientras sonaba ese tema, sobre la ruta,
que parecía un blues, pero no.
(Te lo había dicho).
Mientras sonaba ese tema, el cerro tenía
los ojos rojos, parecía un blues
mientras la tristeza, pero no,
te lo había dicho, creo,
sobre todo al atardecer, sobre la ruta.