Después de la magia
María Gabriela Novoa H. (Colombia)
Me pintaste los sueños,
para después volverlos granizo.
Cómo confiar en sonreír de nuevo,
si después de reír locamente me rompí en llanto.
Cómo creer en lo absurdo de tú mirada
si cuando te vi verme, resulté irremediablemente engañada,
pues no era mi imagen la que se reflejaba en tus ojos,
ni yo la mujer que tus pupilas buscaban.
Cómo creer en la magia,
si después de hacerla chispear con los más vivos colores,
la vi teñirse de oscuridad sepultante.
Cómo confiar en mí, si soy la única culpable
de haber dejado de ver por mis ojos,
para utilizar los tuyos; Y ahora es por eso
que mi mirada no enternece,
ni mis pestañas son ya aclamadas.
Me perdí en lo preciso de tus besos,
Y lo dulce de tus labios,
Dulce que te llevaste de mi boca,
Que ya no es de miel como la conociste,
Y la besaste en aquellas noches desvelantes.
Alguien me ha besado últimamente
Y repetidas veces ha mencionado,
el sabor a hiel que emanan mis besos,
y la frialdad de la que están cargados mis abrazos.
¿Podría quizás confiar en mi mente?,
Si no me sirvió de nada,
Deje el entendimiento atado al conocerte,
Y únicamente lo solté cuando ya no quedaba nada.
Ahora quieres que me vaya lejos y que te deje a un lado,
Olvidando que jamás he sido lo que otros quieren,
Sino me convierto siempre en lo que más han odiado.
