Entre la noche, la brisa, y aquel hilo de luz;
Sucumbían.
Los cuerpos acoplados que precedían al amor;
Se obnubilaban.
Todo rastro de antaño;
Enterrado.
Las mil versiones de uno mismo;
Estremecían.
Entre mi pecho y tu fragancia;
Yacían.
Incalculables erogenaciones estólidas;
Murmuraban.
Y como el grito sordo del murciélago;
Espanta.
Eras la sed y lo que ha de saciarla;
Falsa lady.
Mientras que el encantador de serpientes;
Y la serpiente.
Era de ser yo
Tobias Rodriguez Fakz
Argentina
-->