Por: Eugenia castaño/ España.
– Marga para los amigos de este espacio, puedes contarnos ¿quién eres?
– Soy una persona muy sencilla, soy una mujer que ha luchado mucho por sacar adelante a mis hijos a base de muchos sacrificios y querer infundir en ellos el amor al trabajo, el respeto hacia los demás, enseñarles valores buenos; pero aparte de ello siempre he tenido un sueño de escribir muchísimo y que mis palabras puedan llegar al alma de las personas que es lo que más interesa.
– ¿Cuántos años hace que vives en España y cómo ha sido tu vida aquí como emigrante?.
– Hace catorce años, llegué el 11 de abril de 2001.Al principio me sentí rechazada por algunas personas, haciendo limpieza en la empresa en que trabajaba me decían que veníamos a quitarles el trabajo a ellos, luego me fui adaptando y he llegado a sentir España como parte importante de mi vida.
– Yo no he tenido nada material, una casa sencilla y un negocio de barrio, me conseguía la vida en un parque vendiendo comida y no me encontraba con el panorama de llegar a España a limpiar, luego cuando mi hija pudo tener su restaurante me puse a ayudarle para sacarlo adelante, esto con mucho sacrificio y amor. Donde al cliente que llega no se le da un trato frío
– ¿Qué piensas de Colombia?
– Que es mi país, es lo máximo, soy muy regionalista y adoro todo lo mío, nunca he podido olvidar mis raíces, ni lo quiero hacer y aunque he estado tan lejos de mi país siempre he amado aquellas tierras benditas.
– Me dices que tienes una novela. ¿Quieres adelantarnos algo?
– Tengo varias obras pero mi predilecta es la que he escrito alrededor de diez años, es la vida de una persona que llegó a tocar el fondo, se rebeló contra la vida y la sociedad e hizo muchísimas cosas que lo marcaron para toda la vida y supe encontrar en esa persona contradictoria mucha nobleza y aunque era temido por todo el mundo, llegó a demostrarme que en el fondo de su corazón había mucho amor hacia sus semejantes, es una historia que sacaré a la luz porque le hice la promesa para ayudar a la juventud con su experiencia, para que no cometan los mismos errores que él cometió.
– ¿Qué diferencias encuentras entre Colombia y España?
– Eugenia, la diferencia en sí es la gente, en Colombia aunque carecemos de muchas cosas materiales algunos, porque no toda la gente allí carece, abunda en ella el calor humano, el amor hacia sus semejantes, el respeto por los mayores y la educación primordial que desde niños recibimos como valores morales, tratamos con mucho respeto a la gente y sabemos reconocer virtudes y defectos, claro está que como en todo lugar hay personas sin buenos valores humanos.
– Algunos españoles son muy altivos, orgullosos de su raza, cuando he encontrado personas buenas como las que he tenido el gusto de tratar me llenan completamente.
– Tu pareja es un español, ¿qué opinas de la unión de dos personas de países diferentes?
– Es lo mejor que he encontrado en la vida, es una persona íntegra, de nobles sentimientos y me ayudó a tener fe nuevamente en el amor. Me siento muy afortunada de haberlo encontrado.
– ¿Si tuvieras la oportunidad de hablar con gente poderosa qué les dirías como latinoamericana en España?
– Me gustaría que conocieran mi país para que borren la mala imagen que de él tienen, porque Colombia no merece ser menospreciada por nadie, porque es un país donde se recibe a todo el mundo y se trata como un nacional más. Le vendería de mi país sus paisajes, el don de sus gentes, la fauna, la flora exuberante que hay allí y sobre todo quisiera llegar a transmitirles o convencerlos que la gente es maravillosa, haciendo a un lado a los malos que son la minoría, porque el calor humano que hay allí no se compra ni con todo el oro del mundo.
– Gracias Marga por compartir en este espacio tus experiencias con la cultura y tu óptica de las cosas como emigrante, pero sobre todo gracias por ser uno de esos colombianos trabajadores, valientes y talentosos que los obstáculos de la vida los convierten en oportunidades y gracias a sus valores más intrínsecos se mantienen y superan toda clase de injusticias o batallas.