Literatura, Mujer e «Impulso»
Por: Eugenia Castaño Bohórquez
Adriana Carrillo Moreno es una joven poeta quien ya tiene en su haber dos libros colectivos y uno de su autoría. Propone una poesía llena de vitalidad y la combina con otras ramas del arte.
Como lo menciona el nobel de literatura Mario Vargas Llosa, la literatura puede cumplir con su sentido crítico lo que ha contribuido siempre a los cambios, a no estar conformes como están las cosas, ese espíritu crítico de la literatura hace aportes importantes en los avances de la humanidad.
-Puedes contarles a los amigos de este espacio de cultura acerca de tu trabajo…
Soy Adriana Carrillo Moreno, psicóloga de profesión, escritora de la vida, llevo años de cuestionamientos que me han permitido explorar diferentes alternativas, como la arteterapia, la terapia centrada en el cuerpo, y talleres de escritura creativa donde he encontrado compañeros y socios de dos colectivos con los que estamos inquietos por hacer que la gente se apasione por la literatura desde la conversación con otras artes, así nos hemos aventurado a hacer varias actividades, en donde la pintura, el teatro, el juego han sido parte de recitales y lecturas de textos que hemos venido produciendo. En este proceso de autogestión las publicaciones no se hicieron esperar y en el año 2016 salieron a la luz Cuentos del altillo escrito con los cómplices del club de Altillo de la librería Casa Tomada, De susurros a gritos escrito con los amigos entrañables del colectivo Sumaioque y Desmadejándome, libro de poesía, de mi autoría.
-¿En qué consiste tu proyecto denominado “Impulso”?
“Impulso” nació con la intención de abrir un espacio para pensarse en compañía de la artes y el cuerpo; el trabajo ha venido siendo enriquecido y complementado tanto desde lo terapéutico como en el trabajo de escritora, siempre con el deseo de llegar a diversidad de lugares en donde se habrá la posibilidad de estar, pensarse, escuchar, sentir y sentirse. Ya que considero que una de nuestras misiones importantes como humanos es precisamente esta de pensarnos, hacernos parte de la vida, de las condiciones en las que estamos para tomar nuestras respectivas responsabilidades en el caos en el que estamos sumergidos. Las artes nos salvan y le dan forma al mundo para hacernos mejores o al menos intentarlo.
– Tienes un proyecto de emprendimiento a través del arte, ¿en qué consiste?
Unido a este trabajo también, se encuentra aliado mi labor como empresaria en Dado Diseño para Todos, en donde en compañía de mi pareja trabajamos en pro de la inclusión social de personas con discapacidades sensoriales, creando productos accesibles que permitan la interacción entre el mayor número de personas posible con y sin discapacidades, ya que somos habitantes diversos y desde esta diferencia enriquecemos nuestras relaciones. Así, en este momento tenemos en desarrollo una editorial en donde los libros tengan braille, ilustraciones en alto relieve y alto contraste, de manera que puedan ser percibidos, disfrutados y al mismo tiempo sea un estímulo para esta sociedad tan visual, a que se permita ser más táctil, más sensitiva, a que despierten sus otros sentidos.
– Expresas que te sientes feminista, ¿crees que existe un feminismo mal entendido, cuando se disculpa todo tipo de libertinajes en aras de proteger los derechos de las mujeres y se pierde la responsabilidad por la célula de la familia?
Qué opinas de las mujeres que pregonan los derechos de las otras pero cuando se encuentran mujeres en verdadera situación de desventaja las dejan solas, ya sea por cuestión de nacionalidad, intereses o grupo social. Crees que existe una hipocresía social, que algunas veces se establecen conductas de feminismo por moda pero cuando una mujer es en verdad maltratada, aislada o abusada necesita un apoyo real y comprometido de parte de las mismas mujeres y de la sociedad que la abandonan cuando ella no supone un interés económico o social, o cuando les incomoda por ser de nacionalidad distinta.
Hay mujeres que deben luchar en silencio o callarse porque las leyes favorecen a sus nacionales, en ocasiones ni siquiera a los propios, o a quien puede pagar para defenderse. Qué sucede con las mujeres que educan hombres que maltratan, porque ellas lo ven como lo normal o con las mujeres que retiran la amistad o el apoyo de aquellas que no pertenecen a su status quo o que están en posición de desventaja.
R- Todo lo anterior, en mis diferentes campos de acción pasan por el cuerpo de mujer que soy, la feminista, como he decidido hace un tiempo nombrarme con orgullo y amor a la igualdad de derechos, para hacernos más humanos y menos divisiones desastrosas entre hombres y mujeres, por esto mi escritura y todo mi actuar pasa por este significado que tiene para mí, el luchar, ser parte de una sociedad que no puede seguir esperando, que necesita que cada una y cada uno nos hagamos cargo de nuestro papel transformador y reparador.
El feminismo más allá de ser mal entendido, ha sido un lugar batallado en donde cada quien lo entendido según su interés, y hay quienes lo han utilizado para hacerlo un arma en contra de nosotras las mujeres, manipulando y haciendo creer que es malo, porque cuando las mujeres estamos juntas y nos organizamos, muchas cosas suceden. Lo que pasa es que no es conveniente en esta sociedad que pensemos en esto, sino que nos veamos como rivales y sigamos separadas para estar aún más vulnerables a los poderes y las violencias de siempre ejercidas por hombres y mujeres, esto no se trata de los hombres son malos y las mujeres buenas, sino de actuar sobre los patrones violentos de comportamiento que han ido a parar en nuestros cuerpos de mujer. Por eso más allá de las conceptualizaciones, son los actos humanos lo que deben prevalecer frente a las formas nefastas que nos rompen y muchas veces nos matan. Lamentablemente los cambios son muy lentos pero la tarea continúa y necesitamos siempre seguirlo intentando.
-¿Crees que el Arte puede ser vehículo de transformación social? ¿Por qué?
Creo que el arte más allá de ser un vehículo, el arte es en sí mismo y siempre está allí disponible para que cualquiera se acerque y se permita encontrar, expresar, hallar en él múltiples caminos de encuentro consigo mismo y con los y las demás, desde allí hay una oportunidad para que las transformaciones sigan su curso y podamos darle el espacio que se merecen.