El autor de La Empresa sensual regresa a Colombia
Por: Ileana Bolívar/ Bogotá. Jesús Vega de la Falla está por estos días en Colombia, invitado por varias empresas, ofreciendo algunas conferencias sobre el tema de su libro La empresa sensual (Empresa Activa/ Ediciones Urano). La empresa sensual, es la empresa del futuro, pero ¿cómo se logra ese encuentro emocional entre empleados, clientes e inversionistas? Su autor comenzó su carrera en la multinacional estadounidense Hewlett-Packard. Aunque estudió Derecho, después de una breve experiencia en el Área de Sistemas, pasó al Departamento de Recursos Humanos. Allí empezó a entender la vital importancia del elemento humano para las empresas. Vega de la Falla, asegura que las compañías que no logran crear vínculos emocionales respecto a sus empleados y clientes, tienden a fracasar. Razón por la cual, su libro La empresa sensual, se convierte en una importante herramienta que recoge un nuevo modelo de gestionar y proyectarse en el mercado. El autor aborda, de manera amena y sencilla, la relación entre sensualidad y empresa, con el objetivo de atraer y fidelizar a empleados, clientes e inversionistas. En medio de sus compromisos, Vega de La Falla, dedicó un tiempo a esta entrevista.
– ¿Cuál fue la primera empresa que lo enamoró? ¿Por qué?
– Me enamoré de Hewlett-Packard como empleado. Era la época dorada del HP Way, una cultura empresarial que se encaminaba a desarrollar a los profesionales y que estos se sintieran cuidados y protegidos. También en HP entendí que lo importante en una relación profesional, como lo es en las relaciones personales, lo difícil y lo importante no es crear la pasión. Es mantenerla a lo largo del tiempo.
– ¿En qué fallan las empresas con sus empleados que éstos se aburren rápidamente?
– Por las mismas razones por las que las personas se aburren en su vida privada: falta de estímulo y falta de proyecto. Las personas renovamos nuestro compromiso con las empresas que nos emplean si son capaces de hacernos propuestas estimulantes y retadoras. Si tenemos libertad para llevar los proyectos a cabo, si nos consideran importantes, si nos sentimos responsables. Si se nos trata de forma digna y justa.
– ¿Cómo surge el tema de su libro La empresa sensual?
– Fundamentalmente a través de mi experiencia en Zara. Esta empresa es, para mí, uno de los ejemplos de Empresas Sensuales. Empresas que tienen la vocación de crear lazos emocionales entre las empresas y sus clientes y empleados.
– ¿A qué tipo de público va dirigido?
– Profesionales y empresarios en primer lugar. Personas que quieren entender las claves del éxito de las empresas que hoy en día son más admiradas. Secretos contados por un profesional, mi caso, que lo ha vivido desde dentro. En segundo lugar, por cualquier persona que tiene curiosidad por conocer como las empresas están modificando su forma de actuar en función de los intensos cambios que está experimentando la sociedad.
– Usted habla de sensualidad en la empresa con relación a empleados e inversionistas, ¿Cómo se logra?
– En primer lugar, teniendo una vocación para seducir a nuestros clientes, empleados e inversionistas. Haciéndolo de tal manera que estos se sienten tratados como personas, no como objetos de una fría relación mercantil. Entendiendo sus necesidades, deseos, sueños. Creando entornos de afinidad y afiliación. En todas las empresas existe una jerarquización, ¿a caso esto no genera una barrera que evita la sensualidad que plantea?
– Creo que sí. Las jerarquías tienen dos rasgos que van en contra de la idea de sensualidad. En primer lugar, provocan distancia, lejanía, frialdad. Las personas preferimos tener relaciones más cercanas y cálidas. En segundo lugar, las jerarquías se basan en el concepto de poder. El poder se basa en el miedo. El miedo está es opuesta a la idea de sensualidad.
– En su libro habla de lo masculino como un mundo autoritario y lo femenino como el de la seducción, ¿a qué se refiere con este concepto aterrizado en la empresa?
– Todas las organizaciones humanas se han basado, hasta hace muy poco tiempo, en la forma que utilizan los hombres para relacionarse: la autoridad. Si nos fijamos en ello, las empresas se han organizado de forma muy parecida a los ejércitos. La paulatina participación de las mujeres en la vida social, política y económica ha traído una forma diferente de manifestarse que ha sustituido la autoridad: la seducción. El arte de hacer propuestas.