Entrevista, Néstor Morales

No. 6.151, Bogotá, Martes 4 de Septiembre del 2012 
Me tildaron de fascista cuando dije que iba a quemar un libro y mi argumento fue que ese libro era muy peligroso para nuestros jóvenes, todo lo tergiversó, todo eran mentiras y dejarlo andar por ahí, no era nada bueno. 
Bonplane Therz 

Néstor Morales 

Jaime Garzón era un amigo, un cómplice, un compinche, un colega 
Por: Jorge Consuegra (Libros y Letras
Lo que más sobresale en Néstor Morales es su absoluta disciplina y puntualidad. Es un incansable lector de revistas nacionales e internacionales. Vive actualizado al segundo y sabe que sobre sus hombros está la responsabilidad de Blu, la nueva propuesta radial en el país. 
“Hora 20”, bajo su dirección, fue uno de los programas más escuchados de la radio en Colombia; seleccionó muy bien tanto los temas como los panelista y, como siempre, hubo muchos desaciertos pero, al mismo tiempo, excelentes aciertos temáticos. 
Muchos lo critican por su arrogancia y a veces por creerse “sobrado” frente a los demás colegas, pero ha demostrado, quiéralo o no, su profesionalismo frente al micrófono. 
– ¿Cuándo decidió ser periodista? 
– No recuerdo haber decidido ser periodista. Podría suponer que largas tardes oyendo radionovelas con mi abuela, o las transmisiones de fútbol al lado de mi padre, despertaron cierta chispa relacionada con la palabra y las historias. Dicho en tono cursi, los medios me eligieron primero. 
– ¿Cree que es periodista o comunicador social? 
– Periodista, a secas. Como Camus, simple y orgulloso periodista. 
– ¿Considera que son muchas las diferencias entre unos y otros? 
– No me interesa descifrar esas diferencias. Le dejo esa tarea a quienes les pusieron la pompa de “comunicación social”. 
– ¿Es verdad que el periodismo es un apostolado? 
– Me parece demasiado arrogante eso del “apostolado”. Es una profesión, un oficio, un vicio, un compromiso y punto. 
– ¿Cree que el periodismo es un oficio, una profesión, una pasión? 
– ¿Qué ha sido lo más gratificante como periodista? 
– Se me ocurren muchos momentos gratos: hablar con Reyes Echandía el día antes de que lo mataran; encerrarme a conversar en un cuarto de hotel en Caracas 6 horas con García Márquez; ver trabajar a Yamid y crear a su lado RadioNet y el Canal Caracol; trabajar con Jaime Garzón; ayudarle a muchas familias a contar su historia; proponer debates civilizados. Hacer “Hora 20” cada noche. El periodismo me ha servido hasta para ponerle serenata por radio a mi esposa. 
– ¿Qué es lo que le molesta siendo periodista? 
– Que no haya capacidad de autocrítica en la profesión. Hay mucha trivialidad y mucha figura jugando con 2 camisetas. 
– ¿Cuál es el mejor recuerdo de RadioNet? 
– Es un recuerdo gigante construido de pequeñas nostalgias 
– ¿A qué medio le gustaría regresar? 
– Al medio de la mañana. 
– ¿Por nada del mundo a quién no entrevistaría? 
– No me haga preguntas de farándula. 
– Pero le gustaría entrevistar a… 
– … 
– ¿Jaime Garzón era un amigo, un cómplice, un compinche, un colega? 
– Todo lo anterior. Hoy es un fantasma. 
– ¿Le duele Colombia? 
– Más que dolor me da preocupación. Me duele sí ver a tanto cafre suelto. 
– ¿A veces le gusta trinar insultando? 
– No insulto, aunque me encantan los “vainazos”. Y cada vez me insultan menos a mí y a los panelistas. 
– ¿Son mejores los trinos con alegría y mostrando inteligencia? 
– Twitter impone brevedad e inteligencia. 
– ¿Qué quiere ser cuando llegue a la cima de su carrera? 
– Como decía un salsero que quiero mucho, es chévere ser grande pero es más grande ser chévere. 
– ¿Hay periodistas que llegan es la sima y no la cima? 
– … 
– ¿Cambiaría el periodismo por un puesto diplomático el cualquier rincón del mundo? 
– No cambiaría el periodismo por nada, pero tengo curiosidad y casi necesidad enfermiza de conocer el poder por dentro

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