Gabo en la memoria de Diaz Granados

Por: Manuel Guzmán
Hennessey. Había olvidado escribir, y sea este el momento de enmendarlo, que el
libro que escribió José Luis Diaz Granados sobre García Márquez me parece que
será un referente de la historia literaria del siglo XX, pues el memorioso
autor se encarga de pasear a sus lectores, con esa donosura y elegancia que
tienen los caballeros del gran Caribe, por todo aquello que nutrió, desde
Aracataca y La Guajira hasta Cuba y Barranquilla, la obra de García.
No quería dejar que
pasaran más los días sin que yo registrara aquí mi complacencia por el paseo
recibido, que en mi caso fue paseo aledaño que me acompañó durante uno de esos
viajes por América Latina que uno sabe donde empiezan pero no a la hora que
acaban. De manera que yo empecé con el prólogo en Bogotá y cuando el libro
estaba llegando a Barranquilla ya yo iba por Panamá.
Y cuando estábamos
llegando a Lima ya se había levantado la sesión de la tertulia de OMA, de
manera que nada más apropiado para mi viaje fueron las 155 páginas del libro
editado por Ediciones B.
Me gustó recordar
la costumbre de los periódicos murales y el Esterbrook, la droguería 1950 que
si mal no estoy aún permanece en la gloriosa 45, desafiando los farmatodos. Y
el ‘había’ que le corrigió GOG a García. Indulgente José Luis con la respuesta
destemplada que le propinó el de Aracataca a González.  Y luego el siglo
de oro español y Nicolás Guillén y Cuba, la pobre Cuba en las memorias de un
memorioso que la cuenta desde una casa de Miramar pero que tiene la honestidad
de no esconder lo que salta de bulto cuando uno camina por la calle Obispo.
Bueno el libro,
buena compañía, no lo recomiendo para viajes nacionales pero tampoco para
cruzar el charco. Y gracias. Buenas las fotografías también y ¡ah! se me
olvidaba, ese hermoso recuerdo de la tía que visitaba José Luis los domingos
para ver los recortes de periódico del escritor en ciernes. Hermoso.

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