Bogotá. A partir del año 2015 el programa “Música para la reconciliación” liderado por la Fundación Nacional Batuta, inicia una nueva fase que refleja el interés por fortalecer la formación musical de calidad y la articulación con otros procesos musicales del país, de la mano del Ministerio de Cultura.
El Programa Música para la reconciliación se constituyó como una estrategia de atención musical y psicosocial para niños, niñas y adolescentes, víctimas del conflicto armado o en situación de vulnerabilidad extrema, residentes en distintos municipios de todo el país.
Para el 2015, los recursos que el Departamento para la Prosperidad Social invertía en este programa, serán manejados desde el Ministerio de Cultura, cartera que dará continuidad a la iniciativa mediante la cual, 17 mil niños, niñas y jóvenes de Colombia recibirán formación permanente en iniciación musical y coros en alianza con la Fundación Nacional Batuta.
Además de su gran impacto social, el programa Música para la reconciliación buscará que la formación musical impartida alcance altos estándares de calidad y que se genere una complementariedad con el Plan Nacional de Música para la Convivencia, así como una plena articulación de los distintos procesos de formación musical de Colombia.
El programa Música para la reconciliación continuará atendiendo los beneficiarios habituales y el nivel de cobertura considerando los márgenes máximos de capacidad instalada y de gestión de los 132 centros musicales Batuta en el país orientados a este programa específico.
En esta nueva fase participarán en el programa Música para la reconciliación 17.965 niños, niñas y adolescentes entre 6 y 17 años, pertenecientes prioritariamente a familias víctimas del conflicto interno y la población más vulnerable. De ellos, 17.144 conformarán coros y ensambles de iniciación musical; 600 niños, niñas y jóvenes entre 6 y 25 años que presentan discapacidad sensorial, motora, cognitiva, mental y pertenecen prioritariamente a población víctima serán atendidos, así como lo serán, 221 adultos, padres y madres de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes beneficiaros, que participarán en coro.
El poder transformador de la música tocará a aquellos menores que han tenido que padecer los rigores del conflicto, y por medio de la formación musical fortalecerán sus habilidades sociales, fomentarán su autoestima y su creatividad. Al mismo tiempo, los beneficiarios desarrollarán destrezas y habilidades motrices, rítmicas, auditivas, vocales, instrumentales y de lecto – escritura musical, fomentando la expresión musical individual y colectiva, así como la creación de ambientes propicios para la reconciliación y la convivencia. www.fundacionbatuta.org