La paz fue protagonista

No. 7.036, Bogotá, Jueves 16 de Abril del 2015

La paz fue protagonista

Por: Litza Alarcón. Durante siete días en Bogotá se habló de paz y no sólo en los escenarios dispuestos en toda la ciudad, sino también en las redes sociales y en los medios de comunicación. Se hizo en varios idiomas y dialectos; con invitados de las capitales colombianas, de regiones apartadas de nuestra geografía y de 37 países del mundo. 
Se cantó, se bailó, se recitó, se discutió, se habló, pero mejor aún se escuchó… todo gracias a la Cumbre Mundial de Arte y Cultura para la Paz de Colombia que puso en la agenda nacional cada uno de sus componentes: el académico con sus páneles, el artístico con sus exposiciones, cineforos y obras de teatro y hasta sus conciertos con los más grandes autores e intérpretes colombianos y de figuras internacionales como Rubén Blades, León Giecco y Carlos Varela. 
Fueron intensas jornadas en las que hubo espacio para todas las voces, posiciones y opiniones, donde la diversidad se respetó y la ética cultural se apoderó de los escenarios, donde fue posible tener en un mismo espacio a personajes antagónicos frente a un tema que quedó claro no sólo es de víctimas y victimarios sino de todo un país: la paz. 
Más de 130 mil personas cumplieron esta cita propuesta desde la cultura y el arte, para entender que la paz no depende de creencias religiosas, convicciones políticas o gustos sexuales, sino de la certeza de que es un asunto de todos y en el que todos tenemos que opinar, pero también actuar.
Esta Cumbre también dejó en claro que Colombia no está sola en esta búsqueda y que otros países que han recorrido el mismo camino están dispuestos a ser garantes desde su experiencia pero con respeto, porque que son los colombianos los que tienen que encontrar esa fórmula propia y el mecanismo para lograr una paz duradera. 

Las conclusiones de la Cumbre

Las conclusiones que arroja la Cumbre son muchas pero quizá las más importantes refuerzan lo que se planteó desde el comienzo: que el arte y la cultura juegan un papel fundamental en el proceso de paz y que la sociedad necesita movilizar mente, cuerpo y espíritu para construir una cultura de paz en las que todos puedan ejercer una ciudadanía libre y democrática.

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