La Última Cena del Libertador Simón Bolívar en Santa Marta

       No. 7225 Bogotá, Jueves 22 de Octubre
del 2015
La
Última Cena del Libertador Simón Bolívar en Santa Marta
Después de 25 años, de investigaciones sobre
los últimos 17 días  que vivió el
libertador Simón Bolívar, en Santa Marta, La Fundación Periodistas Bolivarianos
de América, edita el interesante libro: La
Ultima Cena del Libertador Simón Bolívar en Santa Marta
, en cuyas páginas
se revela un tema muy poco conocido en el mundo bolivariano,  como son los gustos que tuvo el fundador de
la patria colombiana, referente a la gastronomía.
De Bolívar se ha escrito mucho; como
estadista, guerrero, gobernante, su preocupación constante sobre el tema
ambiental y sus Decretos, además de los amores que compartió con bellas damas,
incluso sobre su matrimonio y la soledad que vivió en diferentes momentos, pero
nadie había tocado el tema de su alimentación, de sus gustos gastronómicos
desde su niñez, su adolescencia y ya como hombre visionario.
Escrito en un dialecto ameno, el lector
conocerá interesantes anécdotas de los banquetes que se le ofrecieron, en los
países que libertó y entenderá como fue que después de 1823, año que conoció a
su amada Manuelita Sáenz, sus gustos de comida fueron cambiando, gracias a los
platos que Fernanda Barriga, una morena que la acompañaba desde  su infancia, 
supo cocinarle y descubrir el gusto de su paladar.   
Esta morena, se convirtió en su cocinera
personal y lo acompaño durante siete años, incluso, fue, la que cuido su
paladar en la agonía que vivió en Santa Marta, en 1830, desde el 1 de
diciembre, día que arribó a la ciudad, hasta el 17, cuando murió en la alcoba
principal de la Quinta la Floresta de san Pedro Alejandrino.
El escritor colombiano Gabriel García
Márquez, rescató su anegación y amor para atender al Libertador en la obra; “El
General en su Laberinto”, dejando en ella, varios pasajes entre ellos: “A
Fernanda no le alcanzaban los ímpetus y el buen humor para atender a tantas
solicitudes de comida a las horas menos pensadas.
Varias veces en esos días agónicos y crueles,
le cocinaba las lentejas con aceite de oliva para aliviar sus males de pecho.
Bolívar, en Santa Marta, a donde llegó
después de pasar varios  meses en
Cartagena, Soledad y Barranquilla, el doctor Alejandro Prospero Reveránd, el
médico que lo atendió, le prohibió a Bolívar los platos selectos que esta
morena le preparaba, por las masas de sagú, que llego a molestar tanto al
Libertador, al punto que cada vez que ella lo preparaba, Bolívar, se molestaba
y se desahogaba, “¡Si vuelves con tu mazamorra, te llamaré Fernanda Séptima!”.
Comparándola con el rey de España.
Conocedora de sus gustos y de la vida que
llevaba, relaciono su presencia en los últimos momentos de la agonía con estas
palabras: “”Con lo que le han gustado las mujeres a este pobre huérfano, no
puede morir sin una sola en su cabecera, así sea vieja y fea y tan inservible
como yo”.

Y no solamente el libro habla de esta mujer
virtuosa, invierte también en sus páginas, interesantes ingredientes
históricos, que el autor los presenta como los productos con que sazonó la
obra, para presentar al lector bolivariano un interesante menú literario, que
seguramente terminara siendo de su gusto y paladar histórico.

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