primero es que el Che Guevara pudo ser salvado. El presidente René Barrientos le
dijo a mi amigo y antiguo jefe de redacción de El Tiempo, el periodista colombiano Carlos J. Villar Borda, que iba
a cobrarle 40 millones de dólares a Fidel Castro por el rescate del Che.
Villar era el enviado especial a
Paz
United Press
UPI. Villar también lo escribió en su libro sobre el Che. Lo que más me
impresionó de la muerte del Che es que nadie -ningún país, ningún partido-
reclamó el cadáver, salvo su hermano Roberto Guevara, infructuosa mente.
Sobre su asesinato, porque fue un crimen, los autores materiales fueron dos y
no uno solo.