La arquitecta y editora colombiana recibió el Homenaje al Mérito
Editorial por su labor como editora y promotora de la literatura infantil y
juvenil en Bogotá
Foto: FIL Guadalajara
María Osorio Caminata estudió arquitectura. Por eso se define a sí misma
como “impertinente en lo concreto”. María
Osorio Caminata sabe que “ordenar el espacio es una manera de habitar el
mundo”. Por eso, también que las casas se construyen para siempre, y por eso
sabe que si los libros fueran una posibilidad, esa posibilidad sería la del
para siempre. Este intento por la trascendencia se ha cristalizado en Babel
Libros, proyecto editorial encabezado por la arquitecta colombiana y que le
valió recibir el Homenaje al Mérito Editorial en el marco de la 32 Feria
Internacional del Libro de Guadalajara.
como “impertinente en lo concreto”. María
Osorio Caminata sabe que “ordenar el espacio es una manera de habitar el
mundo”. Por eso, también que las casas se construyen para siempre, y por eso
sabe que si los libros fueran una posibilidad, esa posibilidad sería la del
para siempre. Este intento por la trascendencia se ha cristalizado en Babel
Libros, proyecto editorial encabezado por la arquitecta colombiana y que le
valió recibir el Homenaje al Mérito Editorial en el marco de la 32 Feria
Internacional del Libro de Guadalajara.
La ceremonia en
la que se rindió homenaje a Osorio
Caminata fue un verdadero festival. Nada más pisar el estrado, una
prolongada ovación cobijó a la homenajeada, quien estuvo acompañada por sus
colegas María Francisca Mayobre y Juan Casamayor; por el presidente de la
Feria, Raúl Padilla López; por el rector de la UdeG, Miguel Ángel Navarro; y la directora de
la FIL, Marisol Schulz Manaut. “Nos
habíamos tardado”, dijo Raúl Padilla
al felicitar a María Osorio,
destacando que el veredicto del comité de editores fue unánime al elegir a la
editora colombiana, a quien citó para decir que “ser promotor cultural en
Colombia no es una alternativa, sino una necesidad”.
la que se rindió homenaje a Osorio
Caminata fue un verdadero festival. Nada más pisar el estrado, una
prolongada ovación cobijó a la homenajeada, quien estuvo acompañada por sus
colegas María Francisca Mayobre y Juan Casamayor; por el presidente de la
Feria, Raúl Padilla López; por el rector de la UdeG, Miguel Ángel Navarro; y la directora de
la FIL, Marisol Schulz Manaut. “Nos
habíamos tardado”, dijo Raúl Padilla
al felicitar a María Osorio,
destacando que el veredicto del comité de editores fue unánime al elegir a la
editora colombiana, a quien citó para decir que “ser promotor cultural en
Colombia no es una alternativa, sino una necesidad”.
Después del
presidente de la Feria tomó la palabra María
Francisca Mayobre, directora editorial de Ediciones Ekaré, quien contó la
historia de las mascotas de María Osorio,
las perras Blanca y Negra —que son negra y blanca, respectivamente— para
destacar que su colega “para nada es elemental. Es filosofía, reflexión e
ingenio. Así es María”. Destacó que
una de las grandes virtudes de la editora colombiana es que pone a la gente a
pensar sin caer en obviedades, e hizo énfasis en el hecho de que prefiere “el
poder de lo pequeño, lo simple, lo desdeñado, para ella eso es lo más
trascendental”. Luego de repasar su trayectoria profesional, Mayobre concluyó
diciendo que María Osorio “es una editora que con su entrega se ha comprometido
con la formación de lectores”.
presidente de la Feria tomó la palabra María
Francisca Mayobre, directora editorial de Ediciones Ekaré, quien contó la
historia de las mascotas de María Osorio,
las perras Blanca y Negra —que son negra y blanca, respectivamente— para
destacar que su colega “para nada es elemental. Es filosofía, reflexión e
ingenio. Así es María”. Destacó que
una de las grandes virtudes de la editora colombiana es que pone a la gente a
pensar sin caer en obviedades, e hizo énfasis en el hecho de que prefiere “el
poder de lo pequeño, lo simple, lo desdeñado, para ella eso es lo más
trascendental”. Luego de repasar su trayectoria profesional, Mayobre concluyó
diciendo que María Osorio “es una editora que con su entrega se ha comprometido
con la formación de lectores”.
Igualmente emotivo resultó el mensaje de Juan Casamayor. El editor español, fundador del sello Páginas de
Espuma, comenzó jugando con la doble vocación de Osorio Caminata, arquitecta y editora, para señalar que “armar un
catálogo es construir una casa con ventanas y puertas. Más que una casa, un
castillo. Ser editor es vivir todos los días en un lugar en obras”. Luego, se
confesó admirador del trabajo de su colega colombiana, a quien calificó como
una “mujer optimista” y subrayó su “trayectoria vinculada en leer más y mejor”.
Casamayor también señaló que ser editor es ser un activista político, y
concluyó diciendo que “María es la geometría entre edición y arquitectura.
María es el mérito”.
Espuma, comenzó jugando con la doble vocación de Osorio Caminata, arquitecta y editora, para señalar que “armar un
catálogo es construir una casa con ventanas y puertas. Más que una casa, un
castillo. Ser editor es vivir todos los días en un lugar en obras”. Luego, se
confesó admirador del trabajo de su colega colombiana, a quien calificó como
una “mujer optimista” y subrayó su “trayectoria vinculada en leer más y mejor”.
Casamayor también señaló que ser editor es ser un activista político, y
concluyó diciendo que “María es la geometría entre edición y arquitectura.
María es el mérito”.
La última en tomar la palabra fue la homenajeada, quien también trazó un
paralelismo entre su vocación como arquitecta y su trabajo como editora. Luego
contó que había llegado al mundo de los libros para niños por casualidad hace
30 años, y que “el mundo del libro es el más acorde con lo que pienso sobre el
hábitat: un mundo que es un punto de encuentro libre, pero bien construido”.
Señaló que, a diferencia de todos los presentes en el auditorio Juan Rulfo, “el
libro puede ser para siempre”, y destacó que “para eso trabajamos en el mundo
del arte: para trascender”. Visiblemente conmovida concluyó citando a George
Steiner, y confesó que le gustaría haber terminado su discurso con una
ilustración porque “la mano dice verdades y alegrías que para la lengua es
imposible articular”, lo que provocó otra cálida ovación de despedida.
paralelismo entre su vocación como arquitecta y su trabajo como editora. Luego
contó que había llegado al mundo de los libros para niños por casualidad hace
30 años, y que “el mundo del libro es el más acorde con lo que pienso sobre el
hábitat: un mundo que es un punto de encuentro libre, pero bien construido”.
Señaló que, a diferencia de todos los presentes en el auditorio Juan Rulfo, “el
libro puede ser para siempre”, y destacó que “para eso trabajamos en el mundo
del arte: para trascender”. Visiblemente conmovida concluyó citando a George
Steiner, y confesó que le gustaría haber terminado su discurso con una
ilustración porque “la mano dice verdades y alegrías que para la lengua es
imposible articular”, lo que provocó otra cálida ovación de despedida.
Cortesía: FIL Guadalajara