Narran anécdotas de Cortázar con Paz, Borges…

Tomado del portal web La Crónica / México. 
Una serie de anécdotas poco conocidas sobre Julio Cortázar y su relación amistosa con personajes como Pablo Neruda, Octavio Paz o Alejandra Pizarnik son parte del libro ilustrado Viaje al corazón de Cortázar. El cronopio, sus amigos y otras pachangas espasmódicas.
Es volumen, dice su autor, Juan Camilo Rincón, es como un anecdotario ilustrado, donde el lector recorrerá situaciones de la vida del autor de Rayuela, como la publicación del cuento “Casa tomada”, gracias a Jorge Luis Borges, o el interés de Luis Buñuel por llevar al cine algunas de sus obras.
La obra se acompaña por 36 ilustraciones intercaladas con los textos, realizadas por la artista gráfica Daniela Garavito, que de forma caricaturizada muestra los diferentes momentos, personajes y circunstancias que se describen en el anecdotario.
En entrevista telefónica desde Colombia para Crónica, Juan Camilo Rincón explica que el libro contribuye a dar una visión diferente sobre Julio Cortázar, sus amistades, su forma de ver y sentir al mundo. 
Del primer cuento al cine. La relación entre Julio Cortázar y Jorge Luis Borges comienza en la juventud de ambos, cuando éste último era secretario de redacción de la revista Los anales de Buenos Aires; y aunque no fueron amigos como tal, sí hubo un acercamiento que determinó el quehacer literario de Cortázar.
“Borges anota ‘… una tarde como otras, un muchacho muy alto, cuyos rasgos no puedo recordar, me trajo un cuento manuscrito. Le dije que volviera a los diez días y que le daría mi parecer. Volvió a la semana. Le dije que su cuento me gustaba y que había sido entregado a la imprenta’”, comparte Juan Camilo Rincón.
Añade que poco tiempo después Cortázar encontró en un número de Los anales de Buenos Aires, ilustrado por Nora, hermana de Borges, su cuento. Ésa fue la primera vez que se publicó y a partir de entonces continúo con su producción literaria y su relación con otros escritores.
Entre algunas anécdotas que Rincón señala como novedosas incluso para él, que estudia a los escritores latinoamericanos, está la de Luis Buñuel y su interés por adaptar al cine algunas obras de Julio Cortázar.
“Buñuel comenzó a leer a nuestros grandes escritores del boom, soñando con adaptarlos. Tal es el caso de Pedro Páramo, de Juan Rulfo; Aura, de Carlos Fuentes; El lugar sin límites, de José Donoso; y no se podía quedar atrás Julio Cortázar de quien le interesaron obras como el relato ‘Las Ménades’, aunque nunca se concretó ninguna”.
Pachanga espasmódica. El autor comenta que una vez Cortázar “organizó una cena en un restaurante local; la noche finalizó en su casa, en una gran velada colmada de botellas de alcohol, risas y baile. Hoy es imposible y, a la vez, imprescindible imaginar la genialidad de la atmósfera en esa extraordinaria noche”.
Agrega que más tarde Julio Cortázar denominó la fiesta de esa noche como una “pachanga espasmódica”, que a la vez fue una manera cariñosa de recordar aquel encuentro.
Una investigación que incluyó la consulta de algunos libros y biografías, así como novelas, cuentos y al final cartas entre el escritor con otros colegas que se incluyen en el llamado Boom Latinoamericano, son el semillero de esta obra.
Es un diálogo entre el texto y la imagen, que dice el autor del libro, logra una comunicación más afectiva con los lectores, pues a través de la percepción de Daniela Garavito se pueden ver escenarios o personajes de las anécdotas, pero también es un ejercicio de libre imaginación.
Viaje al corazón de Cortázar. El cronopio, sus amigos y otras pachangas espasmódicas será presentado en agostó en la Feria Universitaria del Libro (FUL) de Hidalgo.

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