Por: Jesús Arenas / Venezuela.
Tú me ayudas a llegar al final de cada día,
mi alma la plenas de todas esas cosas que
posees en tu ámbito infinito.
En tu risa fluye esa energía que preciso
para mis noches de luna llena.
Dejas correr en tus aguas cristalinas
esa hòspita lozanía que me embriaga.
Las horas, entre las veinticuatro, se confunden
con esa lluvia tenue que dejaste en mis corolas;
palpitan tus recuerdos emergidos como caña
dulce de mi aroma.
Aguardiente puro del cañaveral inmenso
que retoza en tu plantío.
Esa palabra tuya se inserta en las diversas
hermosuras de tu piel y reposa entre tus senos.
Mi triunfo fue amarte después de adorarte
toda entera.
Tú cobija de seda pura entretejida de cristales,
inexplicablemente me produce abrigo.
No hay comentarios “Poema: Mano Santa”
Excelente. GRACIAS. ES UN POEMA ORADO.