La poesía no descansa
Por: Santiago Uribe S. Ángel
Bogotá, Colombia.
En un pasaje de su Tractatus
Ludwig el filósofo del lenguaje afirma:
«Mundo y vida son una sola cosa». Entonces
Si hablo del mundo estoy hablando de la vida,
La vida en un «planeta estúpido» dijo Heine,
La «casona del mundo» dice Roca, este sucio charco,
Este inmundo infierno, «este mundo malo» lo llamó
«Les quedó mal hecho» oí decir a un buen amigo,
No es «el mejor de los mundos posibles» de Leibniz,
De todo se ha dicho de la vida, «es una mierda»
Para el autor de El nombre de la rosa,
El mundo es una mierda,
La estupidez en un concilio de bárbaros bandidos,
La incomodidad en la vieja casona de la historia
Sostenida con terror, armas, trampas…
Pero la poesía no descansa, no transige con las
Deben ser dichas en cada verso como dijera Blandiana,
Sin cesura para que el universo no peligre y se
Arrojando a todos, «salvajes y solitarios,
de nuevo en la húmeda gruta de los instintos»
En la idiota tarea ya denunciada por Heráclito
De limpiarse con lodo después de haber entrado en el