Reseña de Los otros que me habitan de Paco Huelva

Es habitual que con la
llegada del verano las librerías reciban un mayor número de personas que se
acercan a ellas con la sana intención de adquirir un libro y leerlo en las tan
esperadas vacaciones. Al menos ese parece ser el objetivo a priori y con esa
determinación las librerías ganan en este tiempo más visitantes. Lo que siempre
es una alegría dada la precariedad lectora de nuestro país. Géneros para todos
los gustos esperan en los anaqueles de las librerías, solo falta ese lector
dispuesto a adquirir uno de ellos: poesía, ensayo, teatro, novela, cuento o
relato…Para esta ocasión mi atención crítica recae sobre un libro de este
último género:
Los otros que me habitan,
del
escritor Paco Huelva (Almonte,
Huelva, 1956).

Por: José Antonio Santano
El libro que nos ocupa
consta de doce extraordinarios relatos que harán de su lectura un verdadero placer.
Con anterioridad Paco Huelva ha
publicado otros libros de narrativa, entre los que destacan: Griego, Y cien, Andando sobre el
tiempo
, La búsqueda de la identidad
y El perfil de los sueños.
Huelva es un interesantísimo fabulador, un narrador de raza, como lo
demuestra en estas doce historias fraguadas al calor, podría decirse, de una
chimenea o el brasero de picón en las largas noches de invierno. Ese contador
de historias que nos recuerda a nuestras abuelas en la intimidad de la casa
cuando éramos niños. Todo ese espacio, ese paisaje donde habitan otros seres se
nos presenta en esta cuidada edición de Niebla.
Doce son los cuentos,
como ya hemos dicho, y doce las historias que nos harán vibrar como solo sabe
hacerlo la buena literatura, esa que ahonda y se abisma en la nada para crear
vida en cualesquiera de sus formas. Doce narraciones que, además, se
desarrollan o tienen mucho que ver con lo rural, ese espacio tan sobrepasado
por todo lo relacionado con lo urbano, motivo que hace más atractivo aún este
libro de relatos. Huelva ha sabido
transmitirnos ese ambiente rural, tan desconocido y misterioso, con tan buen
oficio que uno tiene la sensación de remontarse en el tiempo, de ser en esencia
“los otros que te habitan”, los que su creador ha elegido como protagonistas
para sentir así la respiración de cada uno de ellos. La temática, la acción y
los personajes nos muestran de forma brillante el mundo rural, y de esa
concepción que Huelva posee de ese territorio fabula, crea a su vez otro
universo que nos hace temblar de emoción a través de un lenguaje preciso,
contundente, exquisito en su fondo y en su forma, de tal manera que se siente
el hálito amargo unas veces y dulce otras de esa realidad rural.
Huelva aporta a su discurso narrativo no solo experiencia y
conocimiento, sino algo ausente en la literatura actual, emoción, capacidad de
turbar, de sorprender con un estilo depurado al lector, hacerlo cómplice de su
delirio creador. Huelva nos presenta
así doce historias construidas sobre la base de lo aprehendido a lo largo de
los años de los propios libros, de donde bebe continuamente, hasta la
saciedad.  Sus relatos son de extensión
variada, en su mayoría breves, pero todos ellos de una construcción sólida,
sugerente, profundamente humanos en toda su extensión de la palabra. Una obra, Los otros que me habitan, difícil de
olvidar, capaz de mantener al lector atento desde la primera página, que así
comienza: «Malaleche camina procurando no resbalar entre los guijarros. A
Cabezón no le gustan los vaivenes que da Malaleche porque se parecen a los de
las cunitas de feria», hasta la última: «Una noche de insomnio forcé el
desvencijado cajón de un mueble de la vieja casa, de aquella casa que ahora es
solo sombra en la memoria, y que por animarla o revivirla, acudía ella, sumiso,
extraviado y perdido no sé por qué necesidades del alma o del niño que fui, y
que anda escondido en lo que soy sin manifestarse a los otros… ».
Entre la primera,
correspondiente al relato que titula “La vendimia”, generalista, donde se
cuenta la historia de una venganza, y la última, “Aquella casa vieja”,
intimista y biográfica, existen otras diez historias que nos devuelven a
recordar otras páginas memorables de la mejor tradición literaria española.
Historias de parricidio, prostitución, venganza, adulterio, de todo tipo
contienen este libro, pero sobre todo llama la atención esa maestría con la
cual Paco Huelva nos presenta cada
uno de los relatos, cómo se crece en el desarrollo de los mismos y cómo
sorprende en su resolución, en ese continuo descarnar hasta llegar al mismo
tuétano del hueso, a la esencia de todo discurso narrativo. Valor añadido a
este conjunto de relatos son las ilustraciones que los acompañan, tan
inquietantes como los propios textos, autoría de Víctor Pulido.
Los otros que me habitan es un viaje al interior de los orígenes,
un recorrido por la vida en su esencialidad, de unas vidas que discurren entre
el puro instinto, lo primario o atávico, y que nos muestran básicamente la
tragedia de ese mundo tan alejado de nuestra mirada cotidiana como es el rural.
Un libro, pues, muy recomendable, que nos acerca a la buena literatura que
ofrece su autor: Paco Huelva.

Huelva aporta a su discurso narrativo no solo experiencia y conocimiento, sino algo ausente en la literatura actual, emoción, capacidad de turbar, de sorprender con un estilo depurado al lector, hacerlo cómplice de su delirio creador.

Título: Los otros que me habitan
Autor: Paco Huelva
Editorial: Niebla
(Huelva, 2017)




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