Entrevista a Javier Tibaquirá sobre su nueva novela El Signo del adiós
Por: Camila Melo Parra
El signo del adiós es la obra ganadora de la primera convocatoria de novela inédita «Ópera prima» de Panamericana Editorial que próximamente llegará a las librería del país.
El jurado, conformado por Conrado Zuluaga (Escritor y editor), Antonio Orlando Rodríguez (Premio Alfaguara de Novela 2008) y Carlos Sánchez Lozano (Crítico y profesor), eligió a la novela por unanimidad y destacó su agilidad narrativa como una voz propia dentro de la narrativa actual.
La novela recrea el nacimiento y el ocaso del Maché, un circo no itinerante, situado a las afueras de un barrio de invasión. Algunos de sus intérpretes han ocupado el circo desde su fundación y presenciado los momentos coyunturales de ese proyecto a todas luces fallido. Bajo las carpas del Maché, sin ceremonia alguna, los personajes asisten a una función aciaga: la conciencia inequívoca del paso del tiempo.
-¿Cómo enriqueció la obra el editor?
Principalmente por sustracción: recomendándome que quitara cosas. Partimos de los conceptos de los jurados en cuanto a estructura, pasajes que no aportaban a la trama y uso del lenguaje, que en ocasiones entorpecía la lectura. Yo estuve de acuerdo con casi todo porque los jurados saben más que yo y porque otras personas que conocían la historia me habían señalado lo mismo, así que el editor y yo nos pusimos a trabajar con el objetivo de mejorar el ritmo y pulir el argumento. Hubo supresiones que dolieron (eran necesarias), aportes bienvenidos y ajustes a los que me resistí, pero en general fue un proceso fluido y negociado, sin contratiempos.
-¿Qué opina de la escena editorial actual y sobre la publicación de nuevos novelistas en Colombia?
El mundo editorial sufre de la llamada “tiranía de la novedad” y de la sobreproducción: no es tan malo, pero es cierto que abundan los títulos prescindibles (ojalá el mío no sea uno de ellos, vaya uno a saber), muchos de los cuales son favorecidos en detrimento de otros que, por no tener la visibilidad que merecen, acaban pasados a cuchillo, literalmente. En Colombia, a eso hay que sumarle que nuestra base lectora continúa siendo baja, aunque vale la pena anotar que las iniciativas públicas y privadas para fomentar la lectura y la escritura han tenido un impacto tímido pero positivo en los últimos años. Y creo que también se deber valorar el trabajo de un puñado de editoriales independientes que, pese a sus dificultades, o precisamente por ellas, publican libros cada vez mejor seleccionados y a talentos prometedores. Hay novelistas y diseñadores muy interesantes en nuestro país.
– Desde su experiencia, ¿qué recomendaciones daría a los nuevos autores?
Yo también soy nuevo, así que son más recordatorios que recomendaciones. Leer sin parar, tomando notas. Y escribir sin afán de publicar, sin pensar en los premios y sin la esperanza de que alguien convierta tus historias en películas (no es broma, se ve mucho hoy día). Esas cosas, si llegan, son posteriores y no siempre dependen del talento. Recurrir al tachado y a la papelera con frecuencia y, por último, moderar el ego y los celos, que pueden ser jartísimos. Ni falsa modestia ni arrogancia.
– ¿De qué manera cree que la colección Ópera Prima enriquece la propuesta editorial actual en Colombia?
La enriquece en la medida en que amplía las oportunidades de publicar y hacer circular tu trabajo. Este último punto es clave, porque otras convocatorias no pueden dedicar los mismos recursos a la difusión. Pero lo más importante, al menos desde mi punto de vista, es que te conecta con profesionales que te enseñan que toda obra, en especial si es primeriza, puede y debe corregirse.
Javier Tibaquirá Pinto (Bogotá en 1980) estudió Filología e Idiomas en la Universidad Nacional de Colombia y un posgrado en Diseño y Edición de Acciones Formativas con el IL3, de la Universitat de Barcelona. Durante veinte años ha sido autor y editor de contenidos educativos en las áreas de lenguaje, español e inglés para distintas editoriales en Colombia. En 2015 culminó el Itinerario de Novela de la Escuela de Escritores (España), que en buena medida contribuyó a darle forma a El signo del adiós, su primera novela.
Actualmente la Segunda Convocatoria de Novela Inédita está vigente hasta el 31 de agosto de 2020.