tiempo, en un lugar que no podemos olvidar, nació un escritor que le dio a las
palabras una magia que nos invitó a soñar con la libertad, la justicia, la
lealtad, el amor, la patria, la política como el arte de gobernar, que nos
habló de una edad dorada y nos enseñó a luchar
contra los molinos de viento.
desarrolló todas las técnicas narrativas, poeta y dramaturgo creó una novela
barroca, con dos personajes inéditos, Don Quijote, un caballero en busca
de su destino y
Sancho,
el analfabeta ilustrado. Fue un innovador de las formas, introduce el realismo
mágico y lo real maravilloso con fantásticas metáforas, su imaginario
carece coordenadas y sus horizontes se renuevan en cada lectura. Ese escritor –
escritor tiene un nombre Miguel y un apellido que se ha multiplicado en todas
las latitudes y tiempos: Cervantes.
colombiano, cuyo nombre siempre recordaremos, ese escritor ibérico reencarna en
Gabriel García Márquez. Ese Gabriel es el hijo de Cervantes y hace también
una novela barroca con personajes de fábula, viviendo en Macondo.
simbolismos míticos, su trama oscila entre lo
insólito
y grotesco con lo fantástico, armoniza lo real con lo cotidiano, y con
estilo directo le da a su lírica prosa tonos filosóficos y sociales. Su
humorismo tropical le da un ritmo singular y uno de sus protagonistas vive un
amor fluvial, él también es fiel a su Dulcinea, el amor es una paradoja que
vence el tiempo pues cada amanecer es una esperanza.
Luis Borges, de tertulias literarias con los grandes de las letras
universales. Cada lector le dará vida cada vez que incursione con entusiasmo en
sus obras. Sir Richard Brooks, el escudero cósmico del Quijote, en su Clavileño
llevó a Gabriel a ese paraíso de las letras.
lector Ricardo Arturo Ríos Torres.
Nota.
Recomiendo en La metáfora de
los espejos mis reseñas del colombiano universal.
En La magia del Quijote pueden leer la trascendencia de
Cervantes en las aventuras del Caballero de la libertad, la justicia y el amor.