No. 7368 Bogotá, Sábado 2 de Abril de 2016
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Juan Gustavo Cobo Borda |
La editorial Letra a Letra presenta a la prensa cultural y a los lectores colombianos los números 5, 6 y 7 de su colección de cuadernos Poesía Letra a Letra, dedicados a los títulos Casa sin puertas de Óscar Hernández M., Doctor Kafka de Juan Gustavo Cobo Borda y Shir (Canto en el umbral) de Mónica Gontovnik.
Los poetas y sus poemas
Óscar Hernández M. nació en Medellín en 1925. Poeta, periodista y novelista. Durante más de 50 años escribió para el periódico El Colombiano su columna “Papel sobrante”. Libros de poesía, entre otros: Poemas para el hombre (1950), Poemas de la casa (1966), Las contadas palabras, que cuenta con cuatro ediciones y Dos poetas colombianos (2010) junto a Luis Arturo Restrepo.
Sobre la vigencia del poeta antioqueño escribe Santiago Mutis en el prólogo a Casa sin puertas: “Hace 50 años Óscar Hernández se propuso derrotar el artificio, el virtuosismo, en los que algunos terminan, sin alma, sin furia, sin ternura, sin manos, embalsamando la libertad, el riesgo de la verdad, que es la escritura. Para esto, Óscar lava las palabras, con vino, con tierra buena, con árboles florecidos; así no podrán servirle a quien se pavonea y engaña, a quien las usa como monedas muertas”. Leamos uno de sus poemas:
TODO LO VUELVE UNO
El río
ese blando camino de sí mismo
que cuando llega
es porque ya ha pasado
y cuando pasa sigue siendo esperado
ayer ahora después
todo lo vuelve uno
un solo tiempo el uno el dos y el tres
viene y se va de vuelta por el mar
pasando el cielo
y otra vez aquí está
uniendo el tiempo
Juan Gustavo Cobo Borda: nació en Bogotá en 1948. La totalidad de su poesía se halla en Poesía reunida (1972-2012), publicada por Tusquets Editores (Barcelona, 1912 – Buenos Aires, 2013). Sus ensayos literarios los reunió el Instituto Caro y Cuervo bajo el título Papeles americanos (2015).
De su reciente obra poética dejó escrito Álvaro Mutis: “La poesía de Cobo Borda dejó muy pronto ese ejercicio de ensañamiento en nuestra colombianidad y, con la misma ironía e idéntica y eficaz malicia, se metió de pronto por las regiones de corazón del placer y del olvido. Allí ha sido un maestro”. Leamos un fragmento de un poema de Doctor Kafka:
HOMEOPATÍA POÉTICA
Para el dolor de las sienes
una corona de laurel.
Para las negras ojeras
un bálsamo de Oriente.
Para la irritación de la nariz
un perfume llamado
ángel o demonio.
Para la tensión de la nuca
unos dedos hábiles
deshaciendo los nudos.
Para el estrés
música de Bach
en una iglesia luterana…
Mónica Gontovnik nació en 1953 en Barranquila. Poeta y bailarina. Libros de poemas, entre otros: La cicatriz en el ojo (1980), Y tirada temblando miraré el relámpago (1981), Objeto de deseo (1991), Flor de agua (1992), y Transfigurar el tiempo (2008). Es columnista de opinión del diario El Heraldo.
Mercedes Ortega González-Rubio escribe en el prólogo a Shir (Canto del umbral): “Cada poema del libro ha sido bautizado con una palabra que remite a una bendición o plegaria de la tradición judía. Como en toda la poesía de Gontovnik, nos hallamos frente a textos que permiten una amplia interpretación. Cada frase insinúa analogías y contradicciones que se suceden dejando el gusto de un entendimiento profundo pero fugaz”. Leamos un texto:
AMARÓ
La tormenta anuncia oscuridad pasajera.
Flores emergen por la punta de las ramas.
No ser barridas por el tiempo es su esperanza.
Colores despejan nubes. Es la señal.
Frágiles tallos sin caer
efectúan un último ritual.
Lluvia los convierte en pétalos,
en nuevo terreno, nueva mañana.
Es agua rozando el silencio,
dibujando el viento.