Arte. El dibujo y las letras de Laura Álvarez



A sus 27 años, la ilustradora Laura Álvarez nos cuenta acerca de
su recorrido artístico y de dónde viene su amor por las letras..

Por: NATALIA
ESCALLÓN LIÉVANO.
Laura Álvarez es una amante de la literatura, el arte y las
historias. En Arte Latente le nos cuenta cómo llegó al mundo del arte y su
trayectoria.
¿Cómo llegaste al mundo del arte y de la ilustración?
En la casa hacíamos juegos que podíamos realizar nosotros
mismos. No teníamos que comprar juguetes muy extravagantes porque siempre
teníamos la facilidad de hacerlos. Por la educación que mi mamá me dio de hacer
cosas manuales al igual que a  mis tres
hermanos, a mi fue a la que más me quedó esa parte de la estética y de hacer
cosas con mis propias manos. Ya después en el colegio esa habilidad de dibujar
y de hacer cosas la exploté un poco más y fue cuando decidí que quería estudiar
algo que tuviera que ver con la parte de creación y dibujo.
¿Qué te inspira a dibujar?
Me inspiran las cosas que pasan, las cosas que veo. Siento
que es la forma de expresar lo que me pasa, lo que siento o lo que opino sobre
ciertas cosas. Es lo que dibujo. Trato que mis dibujos creen cierta empatía con
la gente y así conectarlo con el resto de personas.
¿Cómo fue la búsqueda para encontrar tu camino?
Después del colegio no quería entrar a la universidad
directamente porque no creía que hubiera una carrera a fin con mis intereses,
porque me gustaba mucho leer en el colegio y también dibujar pero no quería
estudiar diseño porque me parecía que se alejaba mucho de mi rama de interés.
Tampoco quería el otro extremo de estudiar bellas artes porque no me gusta el
estereotipo del artista que pinta, que es súper loco y extravagante, que uno ya
dentro del mundo del arte ve que esos estereotipos no tienen realmente ningún
fundamento y tampoco quería ese extremo. Entonces me inscribí en la Escuela de
Caricatura porque creí que me daba las herramientas que yo necesitaba, las que
quería aprender y fue ahí donde encontré la profesión de ilustrador y todas las
ramas del campo en las que uno se puede mover y me di cuenta que yo lo que
quería hacer eran libros. No sólo porque me gusta la literatura y veo el libro
como un objeto de contenido sino porque todo el proceso de edición del libro,
de escribirlo, de ilustrarlo, de hacerlo me parece que es la totalidad de todo
lo que yo necesito. Lo que quiero en la vida es hacer libros, independiente de
si me toca hacerlos como ilustradora, o como editora, o escritora, disfruto
mucho del proceso en su totalidad.

“El libro sale de una idea y llega a las
manos de una persona”

¿Cuáles
son los campos en los que se puede desarrollar un ilustrador?
El
ilustrador es el que hace las imágenes para los textos, o para un contenido.
Porque el ilustrador se puede desempeñar en diferentes campos en lo editorial,
en lo artístico y en lo literario. Entonces puede hacer ilustración editorial,
que es ilustrar libros, pero está también un ilustrador como artista conceptual
y puede trabajar para películas y para medios de entretenimiento. Hay muchos
campos para desarrollarse como ilustrador que a veces no todos conocen. Muchos
piensan que es sólo el de la revista o el de los libros para niños pero no se
conoce tanto que el ilustrador pueda trabajar para diferentes medios tanto
impresos como digitales.
¿Cómo
ves el matrimonio entre la literatura y el arte?
Son
el matrimonio perfecto. Creo en las mezclas perfectas y siento que para la
literatura me siento como la artista literaria que la puedo complementar desde
el arte y viceversa, puedo complementar todo lo del arte desde la literatura.
La parte teórica le hace falta al arte porque se queda en la estética y en lo
formal y se puede ver desde la literatura con otras herramientas que son
igualmente válidas. Hay cosas en la literatura que se quedan el lo teórico o en
lo formal, pero si se ve desde el arte se complementan todos los contextos de
la época de la humanidad. Son un todo pero la humanidad trata de separar todas
las cosas. Arte y literatura son un solo arte.

¿Cómo
ves el trabajo de los ilustradores en Colombia?
Es difícil, hay muchos campos que no son muy
reconocidos, son de esos oficios que de pronto no se sabe de qué tratan pero
que existen y se mueven un montón. Siento que ahora se reconoce la labor del
ilustrador aún más y que estamos en un punto en que hay editoriales
independientes que apoyan diferentes proyectos y así se puede hacer más visible
la figura del ilustrador. También por redes sociales, ya no necesita uno que le
den divulgación porque por estas redes ya se puede encontrar el trabajo de
artistas nacionales. Es difícil pero siento que está cambiando para mejor, dándole
el reconocimiento al ilustrador también como autor y no solo el que le pone los
dibujitos a los textos.
¿Qué
artistas te influyeron y te inspiraron y han sido tus mentores?
Están
en muchas ramas del arte que me gustan y creo que por eso me gustaba mucho la
clase de historia del arte y de literatura, porque siempre teníamos dos
referentes de las imágenes que se construían. Me gusta mucho el arte japonés y
sus grabados y toda la época del Ukiyo-e con
Hokusai, los artistas del impresionismo con el manejo de la luz. En cuanto a
ilustración, mi ilustrador favorito es Shaun Tan, me parece que su trabajo como
autor y como voz dentro de la creación de literatura ilustrada es impecable.
Siempre que sale un libro de él lo estudio un montón. También desde la
literatura miro muchas cosas narrativas que se puede hacer en las imágenes
analizándolas con las herramientas de la literatura. Tengo un gusto especial
por Mause y por el comic del Underground, el de Moebius. Trabajos
latinoamericanos como Liniers, Sole Otero.





¿Cuál es tu museo favorito en Bogotá?
Me gusta mucho ir al Museo del Banco de la República. Siento
que arquitectónicamente produce calma, y tiene una disposición del espacio en
donde uno se puede sentar a ver media hora un cuadro y disfrutarlo dejándose
impactar en un tú a tú con el arte. Cuando se abre una exposición nueva suelo
esperar a que pase el furor de los primeros días para poder ir y mirarla con
calma y trato de ir sola para no tener el afán de ir con alguien que me esté
presionando.

¿Cómo es el proceso creador?
Miro muchos referentes. A veces siento que tengo la imagen
en la cabeza, pero hasta que no la vea terminada en mi cabeza no me siento a
dibujar. Entonces imagino cuál va a ser el color, la luz y la composición. Una
vez la tengo en mi cabeza busco referentes si voy a hacer algo específico y me
siento a dibujar. Trabajo mucho en mi libreta de dibujos. Hay dibujos que me
toman mucho tiempo, hay otros que no. Hasta que no sé como va a quedar en mi
cabeza no me siento a hacerlo. Hay artistas que se ponen a rayar y van por el
camino a ver qué les sale, pero a mi me hace falta saber de donde parto y para donde voy.





¿Qué caracteriza tu obra?
Trato siempre de cambiar, no me gusta quedarme haciendo un
mismo estilo ni trabajando una misma técnica a menos que sea un proyecto. Me
gusta variar y proponerme retos y pensar qué es lo que necesita cada proyecto
independientemente de con qué me sienta cómoda o no. Cuando se ve mi obra
finalizada se nota que la línea que yo manejo está alineada a la ilustración
infantil porque mi trabajo es realista y trato de simplificar mi línea para ser
más precisa. Pero también lleno las imágenes con ese barroquismo de los
detalles. Me gusta ser muy puntual en cosas que tomo de la vida real. Es una
mezcla de ambas cosas, una simplificación de algunos elementos pero también
detalles con toda la paciencia.

¿Qué le dirías a las personas que les gustaría hacer
ilustración ya sea como hobbie o a nivel profesional?

Que hay que trabajar mucho, no es como que voy a comenzar a
hacerlo y me va a salir bien a la primera, sino es algo de mucho trabajo y
organización. De saber medir los tiempos de uno y ser paciente. No esperar que
al primer intento va a salir bien sino que es algo que siempre se está
mejorando. Hay que tratar de alimentarse, no se trata de sólo dedicarse a una
rama sino que hay que alimentar el trabajo con otros trabajos y otros
referentes. La música también lo puede llenar a uno, cosas de arquitectura y
otras disciplinas son indispensables para desarrollarse. Buscar un complemento
a lo que se está haciendo para que el trabajo evolucione. Y siempre ser
agradecido con lo que uno tiene es muy importante.






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Natalia Escallón Liévano

Sobre la autora: *NATALIA ESCALLÓN.

Fotógrafa, artista y galerista promotora de la cultura en Bogotá y anfitriona de varios eventos culturales. Directora del proyecto Arte Latente a través del cual se busca crear espacios en donde se comparta el arte y se la trate como una actividad cotidiana entendiendo y disfrutando de todos los beneficios que trae como ser más observadores.

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