Ángel Blue y la existencia como juego verbal

Ángel Blue y la existencia como juego verbal



Ángel Blue es el cuarto poemario de Rodolfo García (Gustavo Ortiz) director del proyecto ESTACIONPOETAS, hoy cerrado virtualmente y sus redes sociales afines.

En 2008 fue prologado por Angye Gaona, Sesiones de Soul, en 2012, Lauren Mendinueta corrigió y prologó Tratado de Sonidos Elementales, en 2017, Luz Mary Giraldo corrige y prologa Ángel Blue. Tres poemarios que a hoy, por decisión de sanación fueron legalizados para que Nancy Alejandra Sanabria Celis, sea heredera universal de los mismos y los maneje a su discreción. Considerable transgresión de los hábitos en el ejercicio del poeta en la actualidad.

Un quinto libro inédito desaparecido a la fuerza, debe habitar el occidente de Boyacá.

Compartimos el texto completo del prólogo del último libro.

Ángel Blue y la existencia como juego verbal

El acto de jugar con palabras y conceptos, define este Ángel Blue en el que la vida pasa de sorpresa en sorpresa y de realidad en realidad. Lo inesperado está en el lenguaje que dice y desdice, así como cifra y descifra, logrando transmitir una honda sensación de vértigo, un profundo vacío, una verdadera inestabilidad sostenida por la palabra. Músicos y referentes musicales, libros, autores, personajes, elementos contemporáneos, imágenes insólitas similares a datos inmediatos de la conciencia, se entrecruzan para nombrar el transcurrir textual, poético y vital. Es así como se desfibrila una viola, los árboles tienen huesos, hay dedos de lirio, en fin, imágenes que en sí mismas se dirigen al ser y al pasar.

Y es que de eso se trata. De una manera de respirar, de jadear situaciones o circunstancias, de dar cuenta de un mundo tan lleno como vacío. De ahí que la videocámara, por ejemplo, alterne con la página en blanco o con “la cadena de letras” de la hoja manuscrita. De ahí también que las palabras se fusionen empastelándose para decirlo todo en un solo golpe de voz, como cuando dice:

Tal vez no alcance

Tal vez alcance

Y los espacios solo lo usan los escritores

Cuando quieren respirar

A veces es mejor la asfixia

De la melancolía

Y lo que reitera de manera sugestiva, justamente con asociaciones libres que condensa, ya no desde la idea de los espacios del escritor sino los del amor, como cuando lleva a la imagen de abrir ventanas para que alguna mujer mire “esa lluvia interior”, y reafirma que “Tal vez no sea suficiente”, lo que complementa con la sugerencia renovada de que:

Dejar aquellos gateos

Para el amanecer de viernes

Cuando las canciones de cuna

Son canciones para amar”.

Duros, irónicos, juguetones, traviesos, son estos poemas que, repito, se deslizan vertiginosamente para decir y desdecir la realidad y sus absurdos, la escritura, la vida y el amor, hasta concluir, quizá, en la necesitad del silencio.

Luz Mary Giraldo




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