Por: Natalia Escallón Liévano / Bogotá.
Sorprendiendo a muchos, la obra fue vendida e hizo que se replanteara el arte para verlo desde el mercadeo lo cual poco a poco comenzó a reemplazar el juicio crítico
El arte contemporáneo es un entorno ambiguo y complejo en el que al sumergirnos damos vueltas y vueltas a veces sin lograr ver ni entender sus sutilezas. En el libro de Don Thompson, El tiburón de 12 millones de dólares: La curiosa economía del arte contemporáneo y la casa de subastas nos lleva por un recorrido de los artistas más reconocidos actualmente en el mundo entero y nos ilustra con anécdotas de sus obras para poder comprender mejor cómo funciona hoy el mercado.
La obra que le da título a este libro, es realizada por Damien Hirst, perteneciente al movimiento Young British Artists. Él, realizó una obra a partir de un tiburón muerto conservado en una pecera de formaldehido por el que pedía $12 millones de dólares. El nombre de esta obra forma parte inseparable de ella y le da la fortaleza conceptual, “La imposibilidad física de la muerte en la mente de alguien vivo” (Thephysicalimpossibility of death in themind of someone living). Esta obra removió los círculos artísticos, que se cuestionaban en 1991, si esta “escultura” podía considerarse arte y cómo alguien podría pagar tanto dinero por ella. Sorprendiendo a muchos, la obra fue vendida e hizo que se replanteara el arte para verlo desde el mercadeo lo cual poco a poco comenzó a reemplazar el juicio crítico. Personas conocidas y respetadas en el mundo del arte como Saatchi, Gagosian, Tate, entre otros, estaban interesadas en el trabajo de Hirst, lo cual le dio interés mediático y al ser suficientemente nombrado en los medios le dio validez y renombre como pieza artística.
Una de las anécdotas que rodean esta obra es que se deterioró notablemente desde su exhibición inicial en la galería de Saatchi, su primer dueño. La piel del tiburón se volvió verde pálido y se arrugó. Una aleta se le cayó y la solución en la que estaba inmerso se volvió turbia. Lo que le tocó hacer al artista fue poner un anuncio en donde ofrecía dinero al que pescara un tiburón de la misma especie y más o menos con el mismo tamaño. Esto dio lugar a muchas especulaciones y a protestas por parte de los amantes de los animales. ¿Cómo va a convertirse en arte algo que atenta contra la vida?
Este tipo de ideas dan pie a otras “expresiones artísticas” como la de Guillermo Vargas, Habacuc, en la que amarró a un perro callejero enfermo, sin darle comida ni agua para ver como poco apoco se iba extinguiendo su vida como evento artístico. Esto causó gran polémica especialmente entre las sociedades protectoras de animales y hay varios artículos que se pueden consultar acerca de este suceso.
Volviendo a nuestro libro, no sólo se analiza la obra de diferentes artistas sino también lleva al lector a conocer acerca del mercado del arte, las casas de subastas y sus secretos, las ferias de arte, la economía y el valor económico de las obras, los museos, la crítica y el arte como inversión.
Cualquiera que desee saber más acerca del arte contemporáneo y los círculos a su rededor debería leer este libro.
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