Por: Natalia Escallón Liévano* / Bogotá.
Cuando nos enfrentamos a una institución como un museo podemos sentirnos asombrados y a la vez intimidados por su grandeza y tanta belleza que se encuentra en él. Hay tanta historia y tanto que ver y no siempre apreciarlo y sacarle el mayor provecho.
Al visitar un museo es útil tener en cuenta que hay varios tipos de lectura que se le puede dar a la experiencia. Como primera medida puede ser absolutamente lúdica. Ir a ver las obras por el simple goce estético, para apreciar su grandeza y belleza aunque no sepamos el nombre de cada artista o la historia detrás de cada pintura. El goce estético debería ser una de nuestras actividades diarias no solamente cuando vamos a una exposición sino también cuando salimos a la calle y vemos las maravillas de la naturaleza y a las personas y los colores. Es darnos la oportunidad de simplemente apreciar lo que vemos a través de nuestros ojos y es tan sencillo que se nos ha olvidado y debemos hacer el ejercicio consciente de liberar nuestra mente para apreciar aquello que nos rodea. Y para apreciar la belleza qué mejor lugar que un museo.
Otra manera que podemos adoptar es la histórica. Si sabemos de qué consta la exposición que vamos a visitar podríamos hacer una búsqueda previa aprovechando todas las facilidades que la tecnología nos brinda actualmente, investigando acerca de los artistas que están exponiendo, su contexto histórico, el carácter del arte en ese momento particular, sus características y rol en la sociedad. Al tener esta información en nuestra visita podemos llegar a ver cosas que para otros no son evidentes, también podríamos establecer relaciones a partir del contexto que nos permitirán comprender mejor las obras y su momento histórico. Cosas interesantes de ver en esta visita es la ropa de los personajes, los paisajes y la arquitectura, la relación entre los personajes del cuadro, el rol del hombre y de la mujer, la expresión artística, etc. Para esto también podemos aprovechar la ayuda de un guía, casi todos los museos tienen uno y cuentan con información específica de cada obra. Cuando le pido a alguien que me haga la visita me gusta una vez terminada la guía volver en mis pasos y ver las pinturas nuevamente con la información adquirida pero a mi propio ritmo para poder apreciar realmente todo lo que hay ahí.
También se puede abordar una visita desde lo pictórico y esto es hablar del color, de la composición, del trazo del pincel, de la técnica. El arte no es solo inspiración, es también una disciplina y tiene principios básicos que si los conocemos podremos entonces apreciar una obra de una manera más académica. Hablemos por ejemplo del color. Los colores como las personas se relacionan entre sí y toman una característica específica de acuerdo a cómo estén situados. A esto lo llamamos contraste. Hay alto y bajo contraste y esto determina la manera en que percibimos las partes de una obra. Haz el ejercicio observando un cuadro y lo verás. Ahora está la línea y las formas. ¿Qué tipo de líneas hay? ¿Qué dirección tienen? ¿Cómo son las formas? ¿Cuáles son sus tamaños relativos? ¿Hay cosas que se repiten? Pensemos en la composición, que no es más que la manera en que están organizados los objetos dentro del espacio pictórico, ¿qué está arriba? ¿Abajo? ¿Atrás? ¿Por qué parece que algo está delante de algo más? ¿Cómo se representa la profundidad y perspectiva en el cuadro?
Finalmente podemos abordar nuestra visita desde lo psicológico, tratando de leer las emociones que hay dentro de una obra y las que nos producen al observarla. Los antiguos médicos griegos recomendaban ir al teatro para curar los males. También podemos usar nuestra visita al museo como un tipo de terapia, para interiorizar y comprender nuestras emociones. ¿Qué sentimos cuando vemos determinada pintura?
Hay tantas formas de visitar un museo que podemos ir una y otra vez, y encontrar cosas nuevas en cada inspección, porque como diría el filósofo griego Heráclito “No se puede descender dos veces por el mismo río, pues cuando desciendo el río por segunda vez, ni yo ni el río somos los mismos.” Cada vez que vamos al museo somos una persona diferente y lo mismo les pasa a los espacios, sobretodo en la forma en que los percibimos.
En Bogotá hay varios espacios que podemos visitar, está por ejemplo en el centro el Museo Botero o el del Banco de la República cuya entrada es gratuita y podemos observar obras del modernismo y de la contemporaneidad.
Acá les dejo un listado de museos que pueden visitar en Bogotá para que se animen y armen plan este fin de semana.
Colección de Arte del Banco de La República
Calle 11 No. 4-21
Museo Botero
Calle 11 No. 4-41
Museo Nacional de Colombia
Carrera 7 No. 28-66
Museo de Arte Del Banco de La República
Calle 11 No. 4-21
Museo de Arte Contemporáneo
Carrera 74 No. 82A-81
MAMBO – Museo De Arte Moderno de Bogotá
Calle 14 No. 6-00
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