es poeta, narrador y traductor chileno. Ha
sido editor en Ediciones del Temple y ha publicado los libros de poesía Atar
las naves, Rascacielos, Guía de despacho y Lengua
de señas.
El carácter parroquial de la literatura
colombiana se da por la curiosa bendición de que a la clase virreinal le
interesa la lectura y, por ello, satisfacer su demanda de obras
estructuralmente conservadoras permite hacerse de un lugar que en el resto de
Latinoamérica rara vez existe. Quién podría culpar a los autores, más bien
celebro que cada generación aquí tenga a un par de ellos, y sobre todo de
ellas, resistiendo desde los excesos de la mejor narrativa y las contenciones de
la mejor poesía colombiana que han provocado escenas vivas como las del debate
actual y urgente por las formas.
*Publicado en la edición 97 de la Revista Libros & Letras