- Uno siempre se enamora de sus maestras. En Primaria, de una joven que nos cuidaba en el bus escolar y tenía senos generosos. Además, con el clima de Barranquilla, los mostraba todo el tiempo, orgullosa. En Bachillerato me enamoraba de otras maestras que aparecían y desaparecían como fantasmas, y en el fondo de la memoria, por supuesto, los muslos de Sofía Loren, violada por los soldados tunecinos y la ingenuidad lasciva de MM, y los pecados de las actrices francesas. Bueno, me fascinaba Kim Novak por la fama de zoofílica que ostentaba (Alberto Duque López).