El “chivo” de Vargas Llosa

No. 6.999, Bogotá, Miércoles 11 de Marzo del 2015

El “chivo” de Vargas Llosa

Tomado de El Espectador/ Bogotá. No sabe cómo al Nobel Mario Vargas Llosa le alcanza el tiempo para hacer tantas cosas. Escribe un libro por año, tiene una columna quincenal en El País de Madrid, está al día en lecturas, dicta conferencias, va a cuanto festival de libro lo invitan; en las últimas semanas hasta en actor de teatro se ha convertido. 
Por: Óscar Alarcón
Además tiene tiempo para otras cosas y ha tenido una vida íntima muy familiar: primero se casó con una tía (la famosa tía Julia, la del escribidor) y luego con una prima, Patricia, su actual esposa y madre de sus hijos.
Cuando vivía en Barcelona, por los años en que le dio un puñetazo a su amigo García Márquez, tuvo una aventura con una paisana, Susi, también peruana, que estuvo a punto de acabar su matrimonio. Resultado de esa crisis fue el incidente con su colega colombiano que puso fin a esa amistad.
La historia la cuenta Xavi Ayén en su voluminoso libro, Aquellos años del Boom (RBA Libros, Barcelona, 2014). Relata que el escritor estaba muy feliz con su nueva conquista, que la pareja se fugó a Sitges y hasta allá fue la madre de Vargas Llosa para comunicarle: “Debes saber que, hace muchos años, yo tuve un desliz con el papá de Susi, del que nació ella. Así que primero fuiste casado con tu tía, después te emparejaste con tu prima… y ahora estás con tu hermana” (p. 759).
Según la misma fuente, Susi o Susana es esposa de un arquitecto, Andrés, amigo de Alfredo Bryce Echenique, también escritor peruano. La aventura comenzó a bordo del barco Rossini que hacía el trayecto Barcelona-Lima. Se celebraba allí una cena de gala y el capitán la sentó junto al escritor en la mesa principal, que él presidió. La fascinación fue mutua, aunque tal vez no repentina pues ya se conocían antes. Había una orquesta y Vargas Llosa la sacó bailar varias veces. “Patricia estaba furiosa”, comentó un amigo de ambos, testigo de los hechos.
Definitivamente, al nobel peruano le alcanza el tiempo para todo, hasta para la familia.

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