Vórtice
Claudio Archubi (Argentina)
Dios era un enorme agujero por donde se perdía la última calle de esta ciudad.
Volaban y venían de él algunas palabras mías y de los otros, semejantes a
mosquitos que entran y salen por una ventana abierta.
Yo era una rata.
Hojarasca, bolsa de nylon, afiches borrados, agua de las terrazas.
-No estoy solo- me decía -. No estoy solo.
Flotaba hacia él. Parado sobre un trozo de cartón, seguía a un barco de papel
blanco iluminado por la luna.