En Un halcón en el bosque, Laben perturba a los lectores al introducirlos en una familia disfuncional envuelta en prácticas ocultistas.
Halcones que inquietan
Un lector no necesita saber quién es Carrie Laben ni conocer ningún dato sobre su vida o carrera para entender la trascendencia de H. P. Lovecraft (1890–1937) en su formación. Prueba de ello es su primera novela, Un halcón en el bosque, publicada por la editorial española La Biblioteca de Carfax y traducida del inglés por Ana Isabel Sánchez. El espíritu del célebre escritor de Providence está presente en el núcleo de esta inquietante historia, insuflando vida a sus torturados personajes. Abby Waite es una periodista que recibe un mal diagnóstico en una consulta médica; con el poco tiempo que le queda saca a su hermana gemela de la cárcel para escapar juntas a una antigua cabaña familiar con el objetivo de realizar un ritual que la ayude a salvarse. Uno de los inconvenientes es que durante el viaje debe cargar con las consecuencias de una crianza nada convencional y una historia familiar llena de abusos y maldiciones. Los Waite están lejos de ser la típica familia americana, en parte debido a que el abuelo y madre de las gemelas estaban empeñados en perfeccionar una serie de hechizos y rituales que les permitiera alcanzar en su momento la tan anhelada vida eterna. En el género del terror esto es un tópico común: lograr la inmortalidad. Laben evita con acierto caer en los lugares comunes de descripciones obsesivas, atmósferas opresivas, violencia pornográfica o la enumeración repetitiva de libros prohibidos -ya mencionados por otros autores- que suelen aburrir a los lectores con algún conocimiento del género. Mediante una narración dividida entre flashbacks de la infancia de las gemelas y los peligros del viaje por carretera, la tensión va aumentando junto al desconcierto y el horror. Sin entrar en muchos detalles las gemelas, mientras crecían, debían preocuparse por cuestiones que la mayoría de niños o adolescentes nunca tienen que considerar: aprender a “empujar” con la mente la voluntad de otras personas, estudiar conocimientos ocultos además de prevenir y luchar cuando un espíritu ajeno trataba de entrar a su cuerpo (situación que era bastante común), entre otras cosas.

El legado e influencia de Lovecraft está presente desde el apellido de las protagonistas (guiño al cuento The Thing on the Doorstep y a su protagonista femenina Asenath Waite, descendiente de la rama de los Waite de Innsmouth) pasando por la mención de un Shoggoth, hasta libros antiguos llenos de conocimiento prohibido y familias degeneradas dedicadas a experimentar entre ellas rituales y formas de preservar la vida cuando el cuerpo natural se deteriora. La narración intercalada entre pasado y presente en capítulos no muy extensos, sumada a un lenguaje claro y un sentido del humor negro y mordaz, hacen que el lector avance sin pausa por las páginas de Un halcón en el bosque. Laben logra conjurar la influencia de sus maestros (con guiños a autores modernos como Paul Tremblay) sin caer en estereotipos y logrando una historia interesante que atrapa al lector y lo deleita al modernizar y darle una mirada diferente a esos mitos y conceptos antiguos. Esta obra se suma al impresionante catálogo de La Biblioteca de Carfax, sobresaliente por publicar lo más relevante y poco conocido en nuestro idioma de la narrativa de terror norteamericana actual.