Por: Jorge Consuegra/ Bogotá.
Hoy -y es realmente increíble- es una de las obras más solicitadas en el medio y, muy seguramente, Nubes de Abril quedará en la memoria de muchos lectores.
– ¿Su infancia siempre estuvo rodeada de libros?
– Mi papa desciende de una familia de escritores y uno de sus pasatiempos ha sido escribir. Desde siempre he guardado esas imágenes. En realidad desde mi infancia he buscado escribir y redactar historias, así como también artículos médicos en revistas y periódicos. Es la mejor manera de compartir. Los genes ayudan y el gran ambiente de literatura que siempre me ha rodeado. Nubes de Abril es mi primera novela pero no mi primer libro.
– ¿Qué libros leía en aquel entonces (infancia)?
– Generalmente leía libros de aventuras o El principito, los de Julio Verne como 20.000 leguas de viaje submarino, Del cielo a la tierra, Viaje al centro de la Tierra, aunque también leí María, La vorágine y el drama de Shakespeare “Romeo y Julieta”.
– ¿Hubo novelas que ahora, después de algunos años, aún recuerda?
– Sí, varias como María, Cien años de soledad, Rayuela, Madame Bovary. La Vorágine narra la escapada pasional del protagonista con una mujer hacia la médula de la selva amazónica. Incluye personajes, mujeres valientes y hombres rudos, violentos, y con los que los colombianos nos podemos identificar por su valor histórico.
– ¿Qué protagonistas siempre recuerda con especial cariño?
– La Julieta, de “Romeo y Julieta”, el coronel Aureliano Buendía y la silenciosa Úrsula, pero también recuerdo muy especialmente a Emma Roualt de Madame Bovary. Constance de D.H. Lawrence en El Amante de Lady Chatterley por ser un personaje que considero de avanzada y atrevido para su época, por su posición estéticamente poco convencional y a la vez escandalosa, que se abre paso a pesar de los “firmamentos desplomados” y de los obstáculos de la guerra que le “derrumbaron el techo sobre la cabeza”.
– ¿Escribió cuentos en su adolescencia o juventud?
– Sí. Escribía y pintaba mucho. Siempre me he fijado en los rasgos de los rostros y los asocio a los diferentes tipos de personalidades. Tuve durante varios años un novio en mi adolescencia que vivía por fuera y le escribía unas cartas larguísimas donde en forma detallada le contaba todas mis actividades, mis percepciones, los lugares visitados y le contaba cuentos larguísimos. Asimismo lo hice con amigas que se fueron a vivir afuera después de graduarse del colegio.
-¿Qué leía mientras estudiaba medicina?
– La poesía de Pablo Neruda como “Los versos del capitán”. Y García Márquez, sin duda porque me descresta, me apasiona, me guía, y me cautiva. Su capacidad perceptiva y acertiva son inalcanzables. La risa y el olvido de Milán Kundera. A la sombra de las muchachas en flor de Marcel Proust. Y en los turnos, la colección que tenemos con mi hermana heredada de mi abuelo y mi papa de Selecciones Readers Digest.
– ¿Por qué decidió escribir una novela?
– Era un sueño que tenía desde siempre, pero nunca lograba sacar tiempo. El año pasado me invadió el demonio creativo que me obligo a sacar el espacio para relatar una novela, con tan buena suerte que le encantó al editor y me la publicó. Siempre había querido narrar algo no medico. Mi libro cae en cualquier género novela, expediente, tragicomedia, ensayo, aventura y por supuesto ficción. La novela es un género amplio y sin límites que permite e invita a la creatividad y donde se puede también demostrar que la belleza femenina y la sensibilidad crecen o decrecen en el mismo ambiente. Existen espacios para todos los sentimientos, tanto los que producen felicidad como los desafortunados. Espontáneamente fueron naciendo dentro de mí, sentimientos que influyeron para convertirlos en expresiones escritas, con descripción física minuciosamente detallada de las caras (mi especialidad), de los lugares, los olores y las sensaciones, que le dieron intensidad a la trama, ritmo al argumento y fuerza a los personajes, para finalmente convertirlos en testimonios que le dieron vida a personajes que abiertamente, después de un extremado trabajo creativo, me permitieron convertirlos en Nubes de Abril.
– ¿Qué tiene su obra de su misma vida?
– Es lógico que escribo reflejando elementos de la sociedad en que he vivido, pero la creación literaria conduce a apartarse de los elementos biográficos y traslada al narrador a crear personajes con personalidad independiente. El género de la novela biográfica nunca será un género puro ni exacto. La creación literaria de Nubes de Abril, permite ampliar y modificar experiencias, directas y muchas indirectas. Toda novela de “historias de vida” nace de sucesos, los cuales el autor conoce, de experiencias, de sus propias reflexiones, de análisis del escritor, de personas que le narran sus vidas o de terceros. La vida es una novela, en particular para alguien como yo que la vive con intensidad.
– ¿Es más una novela de reflexión que para pasar un buen rato?
– Es una reflexión sobre la condición humana y todos queremos conocer más y más de la vida de las personas, sobre todo cuando se trata de amor, desamor, traición y engaño, para sacar lecciones aplicables a nuestra propia existencia. Intente escribirla con una visión del mundo desde el mismo ángulo y la misma perspectiva que tienen los lectores, un panorama de la sociedad con sus mismos sufrimientos, sentimientos extremos, prejuicios, ilusiones, obsesiones, problemas, cadenas y características con el fin de que polemicen, se cuestionen y se identifiquen inmediatamente con los conflictos, con los personajes, incluso con la manera de resolver los problemas, y con una ideología colmada de reflexiones profundas. Quise llegarle a todo el mundo. No solo entretiene, engancha, encanta, enamora, aferra, apasiona, sino que distrae, nos hace levantar los pies del piso, llorar, angustiarnos y hasta reír a carcajadas porque genera complicidad, buen humor, ironía y conlleva suspenso. Esta es una historia que representa una tentación autodestructiva, de naufragios y regresos, universalmente conmovedora, de un amor sin beneficio para nadie…donde la vida se desparrama en honor a la experiencia adversa del amor.
– ¿Tiene otra novela en salmuera?
– Si. Me ronda… pero estoy gozándome esta, por ahora y concentrada en atender las reflexiones de mis lectores. Estoy en el proceso inicial de toda escritora: escribir primero solo mentalmente, reflexionando y creando los personajes en mi imaginación. Luego cuando ellos tengan vida propia en mis pensamientos, estarán listos para salir y yo seré simplemente su biógrafa. Invariablemente pienso en los lectores. En los que leen por enriquecerse de alguna manera, por identificarse con las crónicas, por beneficiarse del relato, interpretando, distrayéndose, aprendiendo, sintiendo, gozando y disfrutando profundamente el texto como si fuera una partitura.
– ¿Qué autores ha leído en los últimos meses?
– Tengo varios y todos los días me encuentro con uno que me atrae. Nunca en la historia de la literatura, se han publicado tantos libros de buenos autores como hoy. a- Borges; para mí es lo mejor de la literatura castellana contemporánea. b- Joseph Conrad; marino, viajero, extraordinario; escritor polifacético y profundo. Sus novelas son aventuras, en la selva, en los ríos, en los mares, en lugares muy atractivos. c- Me obligo a citar a una mujer que el Premio Nobel, la expuso a nuestro conocimiento, Doris Lessing, posee inmensos valores críticos y pasión en su narrativa; de una sensibilidad enorme con la cual me identifico. d- Releo los del sudafricano Coetzee. Expresan en un mismo lenguaje, ideas, sentimientos y detalles literarios, diferentes en cada leída, en forma directa y sin adornos. Se descubre ese lenguaje que no se escribe. Se pueden principiar en cualquier página. e- Sandor Marai (húngaro) El último encuentro que narra el reencuentro 40 años después de dos hombres para hablar de la vida y del amor luego de haberse abandonado cuando uno salió con la mujer del otro.
– ¿Ha leído autores colombianos en los últimos años?
– Si, a William Ospina y su novela histórica sobre Pedro de Ursúa en la época colonial, con sus percances de españoles en su afán de buscar riquezas, a costa de los indígenas, los conflictos entre ellos, la Iglesia y luego cuando es destituido por España. De Eduardo Escallón La atorcha brillante donde nos narra, a manera de crónica literaria, la historia del Precursor, Antonio Nariño quien tradujo los Derechos del Hombre y del Ciudadano; el autor de este relato le cuenta al lector en forma amena la vida del prócer. Hilos de Sangre Azul de Patricia Lara. De Sandro Romero Miedo a la oscuridad. Los caballeros las prefieren brutas de Isabella Santodomingo que trata sobre cómo las mujeres tienen que fingir inocencia, ingenuidad, sometimiento o de plano pasar por brutas para no ser una amenaza a los hombres y además ser complacientes. Es divertido, anecdótico, cínico y entretenido sobretodo para la gente que tiene buen sentido del humor. Pero sobre todo leo artículos de medicina, de mis especialidades, los últimos avances para mis procedimientos y conferencias.