Entrevista, Germán Calderón España

Germán Calderón España 

Se debe escribir y denunciar al mundo estos escalofriantes hechos para que se crea una conciencia que no tolere las conductas calificadas como Crímenes de Lesa Humanidad 

Por: Jorge Consuegra

Con inmensa ironía el presidente Álvaro Uribe dijo cuando le preguntaron sobre los muchachos asesinados en Norte de Santander: “No me dirán que fueron a recoger café”. Y no. No fueron a recoger café, fueron engañados y los asesinaron y quienes lo hicieron, fueron miembros del Ejército colombiano para así cobrar una recompensa. Y aún, lo peor, es que uno de aquellos muchachos que no fue a recoger café, era un adolescente con retardo mental que tampoco, por su incapacidad podía recoger café.

A partir de esta dramática histórica es que el abogado constitucionalista Germán calderón España, autor de La silla vacía es que escribe esta novela que ha estremecido a todos sus lectores.

– ¿Por qué una novela sobre Crímenes de Lesa Humanidad? 
– Porque siempre tuve la inquietud de denunciar al mundo la violación de Derechos Humanos en Colombia, superando la complejidad y la peligrosidad del tema a través de la literatura, expresión del arte por medio de la cual se han representado los grandes conflictos sociales en el mundo.

– ¿Qué le impactó de estos “falsos positivos”? 
– El dolor de las madres con la pérdida de sus hijos, que a más de padecer la pobreza, la inseguridad, la indiferencia, entre otros flagelos, tienen que sufrir en carne propia la pérdida de un ser querido de la magnitud de un hijo. Por otra parte, cómo bajo la disculpa de la guerra, una guerra que no se ha ganado debido a que los intereses particulares están por encima de los intereses generales y al Estado (llámese gobierno, militares, etc.) no le conviene acabarla porque pierde el manejo económico que gira alrededor de estos conflictos, se cobijan crímenes que en la medida en que son cometidos en cabeza de familias pobres, a quienes nadie les brinda la más mínima seguridad, quedan impunes ante la sociedad y para la historia. El pueblo colombiano se escandaliza cuando muere un hijo de una persona que representa las élites, pero cuando muere un pobre, aún en condiciones trágicas y macabras como en el caso de los falsos positivos, no pasa nada. El dolor nos toca hasta cuando la tragedia toca a nuestras puertas, volviéndonos insensibles ante las grandes aberraciones estatales que han pretendido sostenes con líderes mesiánicos las perversidades que en otrora eran propias de las monarquías y de los gobiernos absolutistas. Por fortuna, la ola de defensa, garantía y respeto de los derechos humanos, ligado a una justicia extraterritorial están dando un giro en esta temática. Sin embargo, se debe escribir y denunciar al mundo estos escalofriantes hechos para que se crea una conciencia que no tolere las conductas calificadas como Crímenes de Lesa Humanidad, que atenta contra la conciencia del universo.

– ¿Cómo llegó a saber sobre estos aberrantes casos? 
– Inicialmente, a través de los medios de comunicación, quienes han tenido el valor civil de denunciar. A propósito, son ellos, quienes con la herramienta del ejercicio del control social han permitido que se conozcan las violaciones de los derechos humanos y fundamentales.

– ¿Cómo fue su cercanía con el Personero de Soacha? 
– En una entrevista que se le hizo en Todelar tuve oportunidad de conocerlo y contarle que estaba escribiendo un libro sobre el particular. Quedó impresionado y me dijo que siguiera adelante, que era muy valiente y que en lo que pudiera colaborarme lo haría. Posteriormente nos encontramos y le conté que ya había escrito el libro bajo la égida de la novela narrativa.

– ¿Cómo empezó a escribir la novela? 
– Inicialmente recopilé toda la información que en todos los medios se ventilaba sobre el tema. Posteriormente redacté un proyecto de ley, luego un documental y terminé incorporando el realismo trágico de los falsos positivos en escritos que tenía con estilo costumbrista sobre la sociedad colombiana y en particular pobre.

– ¿Qué fue lo más complicado de la redacción de la obra? 
– Particularmente, para mí no es difícil escribir, aún cuando no se sepa si se hace bien o mal. Sin conocer de literatura, me siento a escribir y en poco tiempo logro artículos interesantes por lo menos para mí, y compendio. Mi cabeza me vota permanentemente tramas y desenlaces que los voy plasmando en estos escrito, sin embargo, lo más difícil es comenzar a corregir y organizar ideas, para que no se repitan escenas, lugares, palabras, etc.

– ¿Qué pretendes con la misma? ¿Hacer un acto de reflexión? ¿Una denuncia? 
– Muy intrínsecamente, trascender en la literatura universal como la única y primera persona que se arriesga a escribir sobre temas actuales y peligrosos, en un buen estilo narrativo y con ansias de progresar en los aspectos literarios. Pero también, denunciar social y mundialmente crímenes y violación de Derechos Humanos para que se erradiquen éstas prácticas del contexto colombiano y universal. Al fin y al cabo, soy un defensor de Derechos Humanos, como abogado constitucionalista, como personero de Bogotá, auxiliar y encargado, como defensor de la Defensoría del Pueblo y como Asesor de Derechos Humanos del Distrito Capital. No me puedo abstraer de cumplir con esta misión en la vida.

– ¿La novela está dirigida a un público específico? 
– No. Está dirigida a todo el mundo, al gobierno nacional para que se convierta en una política pública la defensa, el respeto y la garantía de los Derechos Humanos. Para los militares, para que tomen conciencia que con muertes inocentes no se logra la paz. Para los jóvenes sin oportunidades como una voz de esperanza, porque a pesar de las dificultades se puede salir adelante. En fin, para todos, porque este tema no atañe a todos.

– ¿Satisfecho con que hasta ha logrado la novela? 
– El solo lanzamiento, la convocatoria de personas de diferentes contextos y actores de la vida nacional, los comentarios de abogados constitucionalistas expertos en estos temas, y la acogida que ha tenido entre quienes ya la han leído, me permiten sentir una satisfacción inmensa, siempre considerando que se puede mejorar.

– ¿Cómo fue la presentación de la misma? 
– Se hizo en un ambiente académico como quería que lo fuera desde un principio y sentí que las personas que participaron se conmovieron con el tema. Esta es la principal motivación para seguir escribiendo.

– ¿Tiene otra novela en ciernes? 
– Tengo varias inquietudes, las chuzadas, los indocumentados en el país del norte, la mancha de petróleo en el Golfo de México, las permanentes masacres de nuestra sociedad, etc. Hoy estoy ventilando una idea creativa para recrear el tema de las chuzadas en un contexto literario que permita entender la gravedad del asunto.

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