En la novela Los elementales el escritor Daniel Guebel narra una
historia en la que predomina una atmósfera de especulación científica en la que
el misterio del gran descubrimiento siempre está presente.
Por: Pablo Concha*
La
novela Los elementales del escritor
argentino Daniel Guebel (Buenos Aires, 1956), publicada por primera vez en 1992,
se empieza a conocer en Colombia gracias a la editorial independiente Favila. El
sello decidió hacer una reedición debido a que «como suele ocurrir con algunos
autores prolíficos, Daniel Guebel tiene varios libros que fueron publicados
antes de obtener prestigio masivo (primero con Derrumbe y luego con El
absoluto), en los que las grandes editoriales no parecen estar interesados
por alguna razón derivada de sus planes de mercadeo. Quisimos volver a publicar
Los elementales porque es un libro que prefigura muchos de los temas que
el autor trabajó en obras posteriores, además de que lo hace con una ligereza,
ironía y brevedad que le da un encanto especial y que creemos constituye un
buen punto de entrada para los lectores que aún no conocen a Daniel Guebel»,
dice Adolfo Villafuerte, traductor y editor de Favila.
Es
cierto que Guebel es poco conocido en Colombia, a pesar de haber publicado a la
fecha más de veinte obras de narrativa entre novelas, colecciones de relatos y
algunos guiones, y haber obtenido el Premio Nacional de Literatura en 2018 por
su novela El absoluto y el Premio de la Crítica en la Feria del Libro de
Buenos Aires por El hijo judío. Hay aspectos en la narrativa de este
autor que resultan muy interesantes y que vale la pena tener en cuenta: «Guebel
tiene la facilidad de torcer la realidad sin falsearla, virtud que es difícil
de lograr en la escritura. Es un autor que estudia mucho para realizar sus
obras, a pesar de lo aleatorio en el proceso de concepción de las mismas.
Combina muy bien lo cotidiano con lo fantástico, lo absurdo, lo histórico,
dándole una riqueza a sus obras que mantienen la atención del lector. Ha
incursionado con acierto en el mundo oriental, rasgo que hoy es muy valorado
por los lectores. Y, finalmente, tiene un gran sentido del humor, a veces
irónico, en otras sardónico, tal como es él mismo y se puede entrever en las
entrevistas que le han hecho», señala Andrés Pinzón, otro editor de Favila.
En
Los elementales un científico, en
algunos aspectos visionario como una especie de doctor Frankestein, se encuentra
estudiando algo que denomina los Objetos Eternos, un concepto filosófico
metafísico referido a “una especie de doradas manzanas colgadas del árbol de la
infinitud, que en el no–espacio y el no–tiempo de los entes ideales permanecían
aguardando la vista de algún audaz que tirase el manotón para arrancarlas”.
Bernetti es un científico esquivo y displicente que habla poco o nada de lo que
está haciendo o espera lograr, pero aun así se encuentra rodeado de una serie
de discípulos que le facilitan la vida y están siempre al tanto de sus
descubrimientos y de la grandeza que saben que en cualquier momento va
alcanzar. Son ellos quienes cuentan esta historia mediante un narrador plural
(algo poco común en la literatura), cuya voz se fragmenta en la de los
diferentes discípulos que esperan la revelación que cambie el mundo y su
condición.
«Combina muy bien lo cotidiano con lo fantástico, lo absurdo, lo histórico, dándole una riqueza a sus obras que mantienen la atención del lector.»
“Estaba
dispuesto a plantar en el más allá (ese sitio donde los Objetos Eternos crecían
siempre idénticos) semillas de árboles ignotos. Quería alterar la historia de
la creación, anotar en el registro de nacimientos de la Eternidad su nombre y
apellido”.
El
inconveniente de esta fe ciega que profesan es que si dicha revelación llega, o
incluso si ya llegó, ellos no están seguros de poder apreciarla o entenderla, y
gran parte de la novela versa sobre la discusión de los discípulos y los
diferentes puntos de vista sobre la cuestión: ¿están preparados para la gloria?,
si la tuvieran de frente, ¿sabrían apreciarla e identificarla? ¿Estar cerca de
alguien eminente transmite o hace que se contagie dicha cualidad? Los
discípulos deben presenciar la transmutación de su maestro sin entender
realmente lo que está sucediendo ni cómo tomar parte de dicho suceso de alguna
manera. Su acompañamiento y devoción a Bernetti posee, a partes iguales,
admiración y egoísmo: ellos quieren que ese esplendor y grandeza que el
científico está a punto de descubrir en cualquier momento también “sea de
ellos”, que les corresponda parte del crédito o los aplausos por el mero hecho
de haber estado cerca de él todo el tiempo proporcionándole lo que necesitaba…
pegados a su maestro como garrapatas aguardando tener un poco de la
magnificencia, algo que dé trascendencia a sus miserables vidas.
Los elementales es
una novela breve que forma parte de la colección Trazos de editorial Favila, la cual “reúne obras de narrativa
(cuento, novela) en la que hemos tenido la suerte de incluir autores de
importancia en el mundo literario como el norteamericano Brian Evenson y el mismo Guebel. También queremos que sirva de
plataforma para que autores no reconocidos que tienen o han proyectado una
obra, sean publicados allí. Pensando en este balance de autores hemos iniciado
la colección con un libro de micro relatos del mexicano Diego Ordaz, titulado Permutaciones para el estertor del mundo,
una obra muy bien lograda con unos relatos que rozan el horror y estamos
seguros que en un futuro será valorada en su justa proporción. Los miércoles también llueve del
colombiano Pablo Estrada, una novela de autoficción cruda, que cuenta las
peripecias de un joven en la Bogotá de los noventa y un par de proyectos más de
los que aún no podemos dar detalles”.
Los elementales es
un libro para “lectores que buscan divertimentos inteligentes y estimulantes, que
sean capaces de reírse de la solemnidad de los dogmas, de los discursos
científicos, políticos, religiosos y hasta literarios”, afirma Adolfo
Villafuerte. Sin duda es una novela diferente de un autor que posee “una habilidad
prodigiosa y una imaginación inagotable”, y de quien vale la pena conocer su
propuesta literaria y estilo.
📷Foto de Daniel Guebel: Ana Guebel
*Pablo Concha es un escritor colombiano,
autor de los libros de cuentos Otra Luz y La piel de las pesadillas
y colaborador literario en Libros &
Letras y otros medios culturales.