Por: Enrique Patiño
Cada día, más de 3.000 personas de todo el mundo hacen una fila silenciosa y emotiva, sin importar el rigor del invierno o el calor de verano, frente a una casa humilde de cuatro pisos ubicada en la calle Prinsengracht, en Ámsterdam. Es el espacio en el que vivió escondida durante dos años Ana Frank y en el que escribió su célebre diario sobre los rigores de la intolerancia en medio de la guerra. En el recorrido, las lágrimas corren. El dolor y la angustia vividos hace 72 años por la niña de 13 años tocan el alma de los visitantes.
Ahora, la historia de la niña que quiso ser escritora y cuyo diario sigue moviendo a la reflexión llega a Colombia a través de la exposición itinerante ‘Que me dejen ser yo misma’, en el que narra la historia de la joven y de su familia a través de imágenes curadas por la misma Casa Ana Frank, que incluyen una réplica de su diario y un modelo a escala de su escondite.
La exhibición fue estrenada el año pasado en Australia y se desplaza por primera vez a América Latina con motivo de la FILBo 2016, en la que el Reino de los Países Bajos es el país invitado de honor.
“El tema de Ana Frank está muy hermanado con Colombia por su cercanía con respecto a las historias de sus jóvenes y por la influencia que hemos tenido en países que han vivido el conflicto. La experiencia de Ana Frank nos ha demostrado que los niños pueden pasar del miedo a la esperanza. Planeamos quedarnos mucho tiempo en Colombia”, dice Jan Erik Dubbleman, director del Departamento Internacional de la Casa.
La sección histórica contará con siete módulos de historia, que permiten conocer la historia personal de Ana Frank, con imágenes de gran tamaño que muestran los felices primeros años de su vida en Frankfurt y su posterior migración hacia Ámsterdam, para pasar al escondite con la llegada de los Nazis. La exposición conecta la historia personal de la familia Frank con los eventos culminantes de ese momento histórico, en el que el partido Nazi asciende, se aísla y se discrimina al pueblo judía, se lleva a cabo el Holocausto y comienza la Segunda Guerra Mundial.
Pero no solo de ese momento histórico hablará la exposición de Ana Frank: también contará historias de jóvenes de hoy en el mundo, a través de temas como la identidad y cómo se perciben y son percibidos los jóvenes en la actualidad; los individuos como miembros de grupos y la comprensión de cómo los otros te perciben; la discriminación cuando unos no son aceptados por otros; y la respuesta a la pregunta ¿qué podemos hacer contra la discriminación?
La exposición trabajará de la mano con el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación en una primera instancia, irá a colegios y luego visitará el Museo de la Memoria en Medellín para moverse por puntos y comunas en Medellín y difundir su mensaje, para quedarse cerca de un año en Colombia. “La historia de Ana Frank sirve para hablar de temas dolorosos o muy recientes, desde el homosexualismo hasta el matoneo, pero con la ventaja de que, como no es reciente, se puede hablar de todo sin tocar los temas más críticos directamente. Es hablar de lo más duro sin hablar de lo más duro”, agrega Dubbleman.
Además de esta experiencia para el público, el recorrido será guiado por varios jóvenes colombianos, quienes recibirán capacitaciones para incorporar su experiencia personal a la historia de Ana Frank. Contará, además, con videos, objetos originales y las imágenes de su vida.
Datos de Ana Frank
– Ana Frank fue una niña judía que se escondió durante la Segunda Guerra Mundial para escapar de los Nazis. Junto con su padre Otto, su mamá Edith, su hermana Margot y otras cuatro personas, se escondió en un anexo de la casa del negocio de su padre. A los 13 años, escribió su diario. Duró escondida 671 días, hasta que fue traicionada, descubierta y enviada con su familia a los campos de concentración. No sobrevivió.
– La Casa de Ana Frank ha dictado 1.033 programas educativos, 624 de ellos en escuelas secundarias.
– A pesar de quedar ubicada en Ámsterdam, apenas el 11 por ciento de sus visitantes son holandeses. La mayor cantidad de recorridos lo hacen personas de nacionalidades muy diversas. Los estadounidenses lideran la mayor cantidad de visitas, con un 16%.