– ¿Tener siempre un
libro en las manos es una pasión o una terquedad?
libro en las manos es una pasión o una terquedad?
– Una pasión que,
como todas ellas, es irreemplazable.
como todas ellas, es irreemplazable.
– ¿Qué es lo que
apasiona el tener siempre la compañía de un libro?
apasiona el tener siempre la compañía de un libro?
– Un libro se lee,
se saborea, se acaricia. El libro salva del ruido, de las filas en los bancos,
de la espera, de la soledad. Lleva al mundo de otros que resuena en el mismo
lector.
se saborea, se acaricia. El libro salva del ruido, de las filas en los bancos,
de la espera, de la soledad. Lleva al mundo de otros que resuena en el mismo
lector.
– ¿Toda feria del
libro debería ser un Hay Festival de 365 días?
libro debería ser un Hay Festival de 365 días?
– Las fiestas
tienen su gracia en la preparación del ritual que será encuentro y comunicación. Libros y autores.
Amigos y lecturas. Conversación grata. Si se vuelve rutinario, se agota lo
agradable de la lectura y el encuentro. El sabor de los libros. 365 días son mucho para que sea una fiesta. A
todo Hay festival le quitaría la actitud de vedette de ciertos periodistas que
creen que el chisme es creación artística, cosa que nota el espectador, le
fastidia a los grandes autores.
tienen su gracia en la preparación del ritual que será encuentro y comunicación. Libros y autores.
Amigos y lecturas. Conversación grata. Si se vuelve rutinario, se agota lo
agradable de la lectura y el encuentro. El sabor de los libros. 365 días son mucho para que sea una fiesta. A
todo Hay festival le quitaría la actitud de vedette de ciertos periodistas que
creen que el chisme es creación artística, cosa que nota el espectador, le
fastidia a los grandes autores.
– ¿Qué hacer para
que en Colombia leamos más de un libro al año?
que en Colombia leamos más de un libro al año?
– Primero, enseñar
a leer obras amables, enseñar a disfrutarlas y a encontrar en ellas lo que
ellas guardan Hacer ver que cada obra es
como un tesoro escondido. Hay que empezar por los maestros y los padres de los
estudiantes: ellos tienen la responsabilidad de aprender a leer para poder
transmitir el gusto por la lectura.
a leer obras amables, enseñar a disfrutarlas y a encontrar en ellas lo que
ellas guardan Hacer ver que cada obra es
como un tesoro escondido. Hay que empezar por los maestros y los padres de los
estudiantes: ellos tienen la responsabilidad de aprender a leer para poder
transmitir el gusto por la lectura.
– ¿Qué está
leyendo?
leyendo?
– Mucha poesía.
