¿Qué nos dejó el Bicentenario de la Independencia?*

No. 6.134, Bogotá, Sábado 18 de Agosto del 2012 
Los políticos siempre se están preparando, leyendo, debatiendo, cuestionando, escribiendo. Los politiqueros jamás lo hacen. 
Ramón Suatz 
Entre fiestas y dolores patrios 

¿Qué nos dejó el Bicentenario de la Independencia?* 
Guillermo Segovia Mora** 
I Parte 
La conmemoración de los 200 años del Grito de Independencia en 2010 propició, para fortuna del país, una reflexión intelectual con horizontes novedosos y amplios hacia la comprensión de ese período histórico, sus antecedentes y repercusiones. Más allá de describir el acontecimiento, contextualizarlo o diseccionarlo, las preguntas ahora ahondan en si se trató de una revolución o una guerra civil, donde el pueblo fue la carne de cañón, si produjo alteraciones en el poder o una alternación en los sectores dominantes, si fue la consolidación de una nación y el nacimiento de un Estado o apenas el inició de su construcción o si las corrientes avanzadas y justicieras que la inspiraron se ahogaron en una estructura retrógrada que impidió la modernidad. Se cuestionan también los mitos fundadores, su centralismo y clasismo excluyentes. En las respuestas están las pistas de nuestro presente, aunque en el dominio apartado de la academia y los espíritus críticos. 
A la vez, y para mal, el Bicentenario no fue la feliz ocasión para construir ciudadanía y enriquecer la cultura política de los colombianos. Tras décadas de guerra sucia, paramilitarismo y democracia nominal, fueron convocados a multitudinarios espectáculos artísticos patrioteros , como treta amnésica y legitimante a las pretensiones del uribismo, período en el que la clase política al servicio del neoliberalismo cercenó y desvirtuó la Constitución y acomodó las instituciones para prolongar un proyecto autoritario montado sobre la criminalidad y la corrupción, y, fracasada la intentona continuista, para tratar de cubrirse con un ominoso manto de impunidad en una componenda clientelista a nombre de una reforma a la justicia (Junio 2112). Es uno de los episodios más vergonzosos de nuestra dudosa vida republicana, justo al cumplirse 202 años del hito al que se ata su origen. 
Senderos nuevos de la historia en decenas de libros 
La conmemoración motivó una generosa y lúcida reflexión académica y producción editorial en las que se destacan las universidades. La Universidad Industrial de Santander, con la dirección de Armando Martínez G., desentrañó documentos esenciales de archivos españoles (12 títulos); la del Rosario, rescató testimonios e incunables invaluables (10 títulos) y editó un hermoso compendio de artículos e iconografía; los Andes, puso a circular novedosas líneas de investigación (5 títulos); el Centro de Estudios en Historia del Externado dio a conocer ricas e innovadoras pesquisas (8 títulos), la Cátedra 200 años, de la Javeriana y el Rosario, divulgó investigaciones diversas y la Universidad Nacional socializó memorias de eventos, ensayos e investigaciones de gran valor historiográfico, como La Cuestión Colonial, compilación de Heraclio Bonilla, que además de su calidad editorial rescató un tema relegado en los últimos lustros; Indios, mestizos y negros en la Independencia (memorias); Independencia, independencias y espacios culturales. Diálogos de historia y literatura (Editores: César Ayala D., Carmen Acosta, Henry Cruz), Conceptos fundamentales de la cultura política de la Independencia (Editores: Francisco Ortega y Yobenj Chicangana), Disfraz y pluma de todos. Opinión pública y cultura política, siglos 18 y 19 (Editores: Francisco Ortega y Alexander Chaparro), Recepción de ideas y construcción de mitos del filósofo Lisímaco Parra, a los que se suman una colección de documentos históricos (10 títulos) y los trabajos de investigación auspiciados por la Comisión Bicentenario (10 títulos). 
*Síntesis de un trabajo que con el mismo nombre realiza una amplia revisión crítica de la producción cultural y científica alrededor de la conmemoración, en la historiografía, la museografía, la industria editorial, la academia, el arte y los medios de comunicación. 
** Politólogo, abogado, investigador social y periodista.

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