Por: Kathy Sanmartín/ Tomado de Revista: Ley y Comercio/ Panamá. La disciplina es la clave del éxito Ramón Fonseca Mora, socio de Mossack Fonseca & Co., ha logrado equilibrar su andar multifacético en base a la disciplina. Se ha destacado como escritor, abogado -titular de una prestigiosa firma forense- y más recientemente como dirigente y vicepresidente de un partido político -el Panameñista-, pero también tiene inversiones y desarrolla actividades dentro la industria y el comercio.
¿Cómo lo hace? “Lo principal es la disciplina”, nos dice al inicio de la entrevista, “cuando no puedo hacer algo digo que no. He aprendido a decir que no.” La mayor prueba de que la literatura está entre sus prioridades son los siete libros que ha escrito y publicado, seis novelas, uno de cuentos, una obra de teatro, por los que ha recibido numerosas distinciones, entre ellas, dos premios en la categoría novela del Concurso Nacional de Literatura Ricardo Miró (La danza de las mariposas en 1994 y Soñar la ciudad en 1998). Fonseca Mora también ha escrito -al inicio de su carrera- algunos textos de derecho. Confiesa que estaba más inclinado al derecho penal (su trabajo de tesis es de dicho tema), debido a su interés en la situación humana, el por qué la gente delinque, por qué el bien y el mal, por qué la gente hace lo que hace. Sin embargo, en la actualidad, nuestro escritor invitado prefiere la prosa literaria como forma de expresar sus ideas y mensajes.
Las herramientas y destrezas del oficio
“Escribo constantemente. El escribir no significa solamente sentarse a la mesa y darle al teclado. También es elaborar en la mente dramas, desarrollar escenarios, personajes. Cuando me siento es porque el texto ya está maduro y listo para salir y convertirse en palabras y oraciones que otros puedan leer”. Es del pensamiento que los escritores son instrumentos de algo mucho más grande. “Tenemos la habilidad de conectarnos a ese universo colectivo, a ese más allá, a Dios, desde la perspectiva de las religiones, o a la partícula cero de la que habla la física cuántica, a ese algo que tiene todo el conocimiento”.
“Lo que uno escribe es como un sancocho de gallina en el que hay de todo. Igual es la literatura: La olla es la cabeza, el fuego es la imaginación, allí uno le echa lo que uno vivió, lo que soñó, lo que leyó, lo que vio en la televisión, lo que me contaron, lo que imagino. En consecuencia, al mismo tiempo que cada personaje es diferente al otro, cada uno tiene aspectos míos que no puedo negar, mi influencia es decisiva en la creación de cada personaje dentro de mis obras. Por ello, todas mis novelas representan un momento, una faceta diferente de mi vida”. Desde esta perspectiva, este abogado se recuerda escribiendo desde que tiene uso de razón. “Me gusta escribir, mas que hablar, por eso, para mí el Twitter y las redes sociales son un descubrimiento maravilloso del que participo de forma entusiasta. Llevo mas de mil 500 twits escritos. Es simplemente adictivo.”